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La pescadilla de OHLA: necesita a CESCE para ampliar capital, pero CESCE exige primero la ampliación

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La crisis de OHLA cada vez afronta más obstáculos y se ha convertido en una serie de pescadillas que se muerden la cola. Así, la ampliación de capital anunciada está condicionada a que la banca refinancie su deuda, pero ésta exige para hacerlo que se complete la ampliación. Ahora, además, la operación necesita la participación de la aseguradora pública CESCE como avalista, pero ésta a su vez pide que se complete la ampliación de OHLA primero para hacerlo.

Estos problemas se suman al rechazo por parte de los bancos acreedores y de los tenedores de bonos de OHLA al consejero delegado propuesto por los hermanos Amodio (principales accionistas de la constructora), adelantado por OKDIARIO, y a la exigencia del nombramiento de otro CEO independiente y con conocimientos del sector.

«Los inversores que van a participar en la ampliación de capital se han comprometido a poner 100 millones (y está por ver que los pongan), pero la banca ha exigido desde el primer momento que fuera de 150 millones, que es lo mínimo para equilibrar el balance de OHLA. Es decir, faltan 50 millones que nadie sabe quién va a aportar. Y con esa incertidumbre, va a ser difícil que los bancos accedan a refinanciar la deuda y a liberar los avales retenidos», explica una fuente conocedora de la situación.

Si alcanzaran los 150 millones en la ampliación, la banca estaría dispuesta a liberar parte de los 140 millones en avales que tiene bloqueados para garantizarse el cobro de parte de la deuda pendiente (hay 60 millones que vencen en marzo de 2025).

Pero la empresa fundada por Juan Miguel Villar Mir necesita más avales para presentarse a concursos internacionales de obras (siempre se exigen estas garantías bancarias para poder acceder a las licitaciones) . Y ahí es donde entraría CESCE, aportando nuevos avales que la banca se niega a conceder porque no quiere asumir más riesgo con OHLA.

Pero de nuevo nos encontramos con una pescadilla que se muerde la cola: CESCE también exige que se complete la ampliación de capital para conceder nuevos avales a OHLA, y ésta a su vez necesita la participación de CESCE para cerrar dicha operación ya que, sin nuevos avales, tendrá muy difícil conseguir nuevo negocio y seguir operando. Con lo cual, acudir a la ampliación equivaldría a tirar el dinero.

Además, «la participación de CESCE es condición necesaria pero no suficiente para que los bancos acepten la operación», ya que también es imprescindible que se alcancen los 150 millones citados, según las fuentes consultadas.

La operación consiste, primero, en una ampliación de 70 millones sin derecho de suscripción preferente y otra posterior de hasta 80 millones con ese derecho dirigida a los actuales accionistas de OHLA.

En ella participará José Elías con una serie de socios que se repartirán 50 millones entre las dos ampliaciones, sin especificar en qué proporción en cada una. Otra compañía mexicana, Coapa Larca, propiedad del magnate Andrés Holzer, se ha comprometido a aportar 25 millones en la primera ampliación. Finalmente, los hermanos Amodio (actuales máximos accionistas de OHLA) pondrán 26 millones en la segunda ampliación, siempre y cuando la primera se cierre con éxito. En total, 101 millones.

Se supone que los 49 millones que faltan los deberían poner los accionistas minoritarios de OHLA en la segunda ampliación, pero parece muy difícil que se llegue a esa cifra porque los inversores han sufrido cuantiosas pérdidas con el continuo desplome de su cotización en Bolsa: a finales de 2014, cotizaba en torno a 18 euros, a principios de 2022 perdió el euro y ahora se sitúa en 0,27 por acción.

Además, el citado Elías también afronta problemas para financiar su parte, ya que la banca sólo le presta el 40% del valor de las acciones que ponga en garantía de la propia OHLA y de su principal empresa, Audax Renovables, como adelantó OKDIARIO. De ahí que esté buscando nuevos socios para reducir su parte en los citados 50 millones a que se ha comprometido su consorcio.

Por tanto, la salvación de OHLA depende de unas negociaciones muy complejas entre muchas partes, con el consiguiente riesgo de que no fructifiquen y la empresa acabe en manos de los bonistas como sucedió con Celsa.

OHLA afronta vencimientos de bonos por valor de 412 millones de euros, el 50% en marzo de 2025 y el otro 50% en marzo de 2026. Para alargar estos vencimientos, los titulares de estos bonos (en su mayoría fondos de inversión) exigen un aumento de los intereses, como es habitual en estas operaciones. Si no consigue refinanciar esta deuda, los bonistas podrán convertir sus títulos en capital y quedarse con la compañía.