Economía
DECLARACIÓN DE LA RENTA

Las personas con sueldos por debajo de los 35.200 € deben estar atentas a una modificación en la Declaración de la Renta

Cambios en la declaración de la renta para salarios inferiores a 35.200 euros

En la próxima declaración de la Renta, los contribuyentes con ingresos inferiores a 35.200 euros experimentarán un revés fiscal, según la advertencia de Hacienda. Este cambio se enmarca en la modificación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) establecido en los Presupuestos del Estado para 2023, que implica una rebaja en el impuesto para aquellos que ganan menos de 22.000 euros anuales.

La reducción de la retención en el IRPF para los salarios inferiores a 35.200 euros es resultado de la modificación del Reglamento del IRPF anunciada por el Gobierno en diciembre de 2022. Este ajuste, con efectos a partir de 2023, establece un límite máximo en la cuota de retención para estos ingresos.

Cómo afecta a la declaración de la Renta

Aunque esta medida supone un alivio para quienes ganan menos de 22.000 euros, los contribuyentes con salarios a partir de esta cifra se verán afectados negativamente por la disminución en las retenciones del IRPF. Dependiendo de su renta y las cargas familiares que tengan, se prevé que estos contribuyentes deban reembolsar a Hacienda en la próxima campaña del IRPF, que iniciará el 3 de abril, montos que oscilan entre 400 euros y 900 euros, según expertos en fiscalidad consultados por elEconomista.es.

La rebaja de la retención para los salarios inferiores a 35.200 euros varía en función de las circunstancias de cada persona. Se aplicará una retención menor por cada hijo a cargo y también si el cónyuge no contribuye con ingresos al hogar familiar. Aquellos contribuyentes que se acerquen al límite de 35.200 euros y tengan menos cargas familiares serán menos perjudicados, ya que experimentarán una retención mayor o incluso podrían no tener que abonar nada a la Agencia Tributaria.

A medida que los salarios aumenten y se aproximen a la cifra de 35.200 euros, y a medida que disminuyan las cargas familiares, la retención por IRPF se incrementará, lo que resultará en devoluciones menores o incluso nulas a la Agencia Tributaria. Este fenómeno indica que aquellos con salarios más altos y menos responsabilidades familiares serán menos afectados por la reducción de las retenciones, ya que la retención será más significativa y las devoluciones serán mínimas o inexistentes.

Por tanto, la rebaja del Impuesto de la Renta para ingresos inferiores a 22.000 euros implica una disminución en las retenciones del IRPF, pero esta medida tiene repercusiones adversas para los contribuyentes con salarios superiores, quienes enfrentarán devoluciones considerables en la próxima declaración de la Renta. La influencia de las cargas familiares en la retención destaca la complejidad del sistema fiscal y la necesidad de evaluar cuidadosamente las circunstancias individuales al planificar la situación financiera.

Otros cambios en el IRPF

Se avecinan cambios significativos en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que impactarán en diversos segmentos de contribuyentes durante el próximo ejercicio fiscal.

En la actualidad, existe un mínimo exento de retención de 15.000 euros al año, pero este año experimentará un aumento hasta los 15.875 euros, coincidiendo con la cuantía anual del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Esta medida busca evitar un perjuicio fiscal derivado del incremento del SMI en 2024, que pasará de 15.120 euros a 15.875 euros.

El mínimo exento de retención, de manera general, será mayor según las circunstancias familiares del contribuyente, llegando a alcanzar los 19.262 euros para aquellos trabajadores con dos hijos o más y un cónyuge con ingresos inferiores a 1.500 euros al año.

En el ámbito de los trabajadores autónomos, se introducen cambios que afectarán sus obligaciones fiscales. A pesar de no alcanzar los ingresos mínimos, los autónomos están obligados a presentar la declaración de la renta. Se incrementará el porcentaje de reducción de los «gastos deducibles de difícil justificación» hasta el 7%. Además, se actualiza la tabla de cotización para aligerar la carga de aquellos con menores ingresos, estableciendo dos cuotas mínimas: la «Tabla Reducida» para ingresos inferiores a 14.001,48 € al año y la «Tabla General» para aquellos que superen esta cifra.

En el ámbito de las inversiones en criptomonedas, los contribuyentes con activos superiores a 50.000 euros en el extranjero deberán cumplimentar el modelo 721, proporcionando a Hacienda información detallada sobre los criptoactivos poseídos fuera del territorio nacional, evitando posibles multas de hasta 200.000 euros por no declarar este tipo de activos.

Las deducciones fiscales también experimentan ajustes. Aquellos con ingresos superiores a 600.000 euros al año podrán maximizar las ventajas fiscales en 40.378 euros, mientras que para quienes tienen rendimientos anuales inferiores a 21.000 euros, el aumento de sus ventajas fiscales llega a los 1.820 euros.

Entre las deducciones destacadas se encuentran las relacionadas con planes de pensiones, vehículos eléctricos, maternidad, donaciones a ONG y afiliación a partidos políticos, así como trabajos en el extranjero. Los planes de pensiones de empresa que desgravan hasta 8.500 euros, las deducciones del 15% del valor de adquisición de vehículos eléctricos, y la posibilidad de desgravar 1.200 euros por cada hijo menor de tres años en el caso de las madres, son solo algunas de las medidas que impactarán en la declaración de la renta.

Por tanto, los cambios en el IRPF abarcan desde ajustes en los mínimos exentos de retención hasta modificaciones en las obligaciones fiscales de los autónomos, con el objetivo de adaptarse a la evolución económica y garantizar una mayor equidad en el sistema tributario.