Otro problema para Sánchez: el coste de la deuda supera ya lo previsto en los Presupuestos
Otro problema para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Pese al apoyo del Banco Central Europeo (BCE) y su programa de compras masivas de deuda de los países miembros, el tipo de interés de la deuda a diez años de la última subasta, celebrada hace unos días, ha alcanzado el 0,607%, por lo que supera ya el coste financiero de la deuda con el que el Gobierno ha hecho las cuentas de 2021. El Ejecutivo cerró sus cálculos de ingresos y gastos con un tipo de interés medio del 0,4%.
El resultado de esta subasta de mayo significa que, si sigue la evolución alcista, se superará ya antes del verano ese 0,4% previsto en los Presupuestos. Hasta abril, el coste medio de las nuevas subastas de obligaciones a diez años se ha situado en el 0,370%, frente al 0,1% que registró en enero. Por lo tanto lo normal es que en junio o julio el coste medio de la deuda ya empiece a superar el marcado en los Presupuestos y en el conjunto del año supere ese 0,4%.
A esto hay que añadir también que el precio del petróleo también está por encima del marcado por el Gobierno para hacer los presupuestos de 2021. El Ejecutivo ha hecho las cuentas públicas estimando que el barril de petróleo brent marcará un precio de 46 dólares el barril. Sin embargo, en estos momentos supera los 68,5 dólares.
«Hasta principios de enero de 2020 el petróleo tomó una senda ascendente hasta acercarse a los 70 dólares, pero en el transcurso del primer semestre de 2020 experimentó una notable caída debido al im- pacto de la covid-19 sobre la demanda global. Posteriormente, se recuperó para estabilizarse ligeramente por encima de los 40 dólares/barril. En este contexto, el precio del petróleo se espera que se recupere muy lentamente, hasta el entorno de los 46 dólares, en 2021», señala el Gobierno.
La realidad ya ha superado ese precio en más de 20 dólares el barril, justo cuando la recuperación de la movilidad va a generar un incremento de la demanda y del coste.
Consecuencias
Las consecuencias de estos dos desequilibrios es una mayor gasto. España tiene que acudir al mercado a pedir dinero en menores cantidades que en 2020 -más de 100.000 millones de euros- debido a la llegada de los fondos europeos, pero el coste de la deuda será mayor e incrementará el gasto.
También subirá el gasto el incremento del petróleo, cuya primera consecuencia es la subida de la inflación por los productos energéticos. Las gasolinas ya están en máximos y podría ser peor. La inflación está en abril en el 2%, frente al 0,9% previsto en los Presupuestos. Lo primero sería pagar la paga extra a los pensionistas, la conocida como ‘paguilla’, al desviarse la inflación real sobre la prevista -sobre la que se subieron las pensiones en enero de 2021-.
Además, una mayor previsión de inflación supone unos mayores tipos de interés precisamente en las subastas de deuda. También un empeoramiento del déficit comercial, justo en un momento en el que Repsol ha anunciado que cerrará el único pozo activo en España y el país tendrá una producción cero de oro negro.
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