Economía
Orizon

Orizon prevé multiplicar por 10 su facturación hasta los 13 millones de euros

La tecnología alicantina se ha especializado en crear eficiencias en la banca a través de su software

Orizon, la compañía de tecnología española, prevé multiplicar por diez su facturación en tres años hasta alcanzar los 13 millones de euros,  gracias a la comercialización de una tecnología que permite eliminar los sobrecostes que implican los problemas de rendimiento tecnológico de las grandes corporaciones españolas. Orizon ya emplea con más de una decena de empresa del Ibex 35.

Angel Pineda, el consejero delegado de Orizon, ha explicado que la compañía fundada hace 13 años en Alicante cuenta ya con 13 clientes en España. Todos los clientes son empresas cotizadas y doce ellas en el Ibex 35. La empresa española ha elaborado un plan de negocio para impulsar su crecimiento en un mercado en el que asegura son los «únicos» que ofrecen este tipo de servicio.

Orizon enfocará su actividad hacia grandes organizaciones españolas con unas inversiones mínimas en tecnologías de la información de entre 300 y 400 millones de euros al año. Se trata de un grupo de 140 empresas. La compañía esta centrada ahora mismo en el entorno de la banca y seguros, donde trabaja con tres de las cinco grandes entidades del país, pero busca ampliar su oferta a otros sectores.

En concreto, detalla que quiere ampliar su estrategia, basada en su propia tecnología, denominada BOA. Además de una metodología también desarrollada internamente, a otros sectores como las utilities y, especialmente, el comercio minorista (‘retail’), un sector que se está viendo muy afectado por la transformación digital y en el que ya están realizando un piloto con una gran compañía.

En este contexto, el plan de negocio prevé que la compañía acabe el ejercicio 2020 con una facturación de 3,3 millones de euros, frente a los 1,2 millones de euros de 2019, para después alcanzar siete millones de euros de ingresos en 2021. El objetivo para el ejercicio de 2022 es registrar una cifra de negocio de 13 millones de euros.

Asimismo, Orizon indica que, aunque no descarta abordar un proceso de internacionalización en un futuro próximo, durante los tres próximos ejercicios se centrará en el mercado nacional, tras algún intento en América Latina que no ha funcionado. En cuanto a recursos humanos, la compañía, que actualmente agrupa a 20 profesionales, prevé tener en 2022 un equipo de 42 personas.

Mal rendimiento tecnológico

La tecnología que va a empezar a comercializar Orizon, y en la que ha invertido más de dos millones de euros y dos millones de horas en su desarrollo en los últimos cuatro años, le permitirá acceder a un nuevo mercado, el del rendimiento tecnológico, que estima moverá un volumen de negocio de 300 millones de euros en España en los próximos años.

El director general de Orizon, José Manuel Desco, ha explicado que su negocio surge a partir de la «mala calidad del software», que está generando un sobrecoste a las grandes empresas. Así, agrega que, aunque ya hay algún producto de análisis de rendimiento tecnológico, su propuesta es «única», ya que lo que ofrece es un «diagnóstico» completo de la situación en un entorno en el que ya no funciona «la vieja forma de desarrollar».

Orizon detalla que su oferta de Orizon se centra en una actividad «ahora mismo desconocida» en España y que, más allá del mero buen funcionamiento de las infraestructuras tecnológicas, ofrece a las organizaciones visibilidad, información y soluciones aplicables ante problemas.

«La tecnología de Orizon ya está siendo utilizada por grandes instituciones financieras de nuestro país. De hecho, Orizon gestiona actualmente más de 500 millones de procesos de negocio en el sector bancario, y ha conseguido, a modo de ejemplo, reducir los tiempos de respuesta, tanto de ordenadores centrales como de sistemas abiertos en un 25% y ahorros de costes de hasta un 40%», ha remarcado Pineda.

La empresa tiene previsto llevar a cabo una ampliación de capital próximamente para impulsar su capacidades comerciales y aumentar la inversión en Inteligencia Artificial (IA), aunque su importe dependerá de las necesidades tecnológicas que surjan. Además, Pineda ha incidido en que ellos se dirigen directamente a los consejeros delegados para ofrecer sus servicios y en algunos contratos vienen contemplado que el pago por su trabajo depende de la consecución de ciertos objetivos.