Economía
Crisis empresarial

La OPA de Brookfield sobre Grifols se complica porque no se fía de las cuentas de su filial en China

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La OPA de exclusión sobre Grifols que pretenden lanzar el fondo Brookfield y la familia fundadora se complica. Según fuentes conocedoras de la situación, en la due diligence (revisión de las cuentas en profundidad) que está llevando a cabo, el fondo de inversión ha encontrado irregularidades en la forma de contabilizar sus filiales -al menos la que tiene en China- que pueden condicionar el precio de la oferta o dar al traste con la misma.

De esta forma, se confirmarían los temores de los bancos acreedores de que Brookfield iba a descubrir que Grifols está peor de lo que se pensaba, lo que podría desembocar en una petición de quitas sobre su deuda, como adelantó OKDIARIO. Y también las dudas de la City respecto a que finalmente haya OPA (o respecto a su precio) cuando todos los grandes fondos de capital riesgo han rechazado comprar Grifols.

«Las cuentas consolidadas no son correctas porque se aplican criterios contables de suma de las contabilidades de las filiales, pero algunas de ellas tienen criterios contables locales que no son de aplicación en España. Esto ocurre seguro con la filial en China, pero puede haber más en la misma situación», aseguran las fuentes consultadas.

La reciente reformulación de las cuentas de Grifols, que redujo su patrimonio neto en 457 millones, tuvo detrás la incorrecta contabilización de la participación en Shanghai RAAS (la filial china), que «se encuentra sobrevalorada en 457 millones de euros para los ejercicios 2020 al 2023». Este «error» -según la versión de Grifols- se ha puesto de manifiesto con la reciente venta del 20% de Shanghai RAAS por 1.600 millones de euros al gigante asiático Haier Group.

Esta reformulación no tenía impacto en la cuenta de pérdidas y ganancias de la biofarmacéutica catalana, sino sólo en su balance: en las reservas de la compañía y, en consecuencia, en su patrimonio neto. Ahora, el temor es que las irregularidades puedan afectar también a la forma de contabilizar los resultados de la filial que se apunta Grifols en sus cuentas consolidadas.

Asimismo, se teme que estas irregularidades afecten a más filiales. Por ejemplo, a InmunoTek, donde el nuevo auditor -Deloitte- también ha descubierto una incorrecta contabilización y ha forzado a la empresa a reducir en 17 millones su beneficio neto de 2023 y en 23 millones el de 2022.

Más problemas

Estas cuestiones contables se suman a otros problemas que habría encontrado Brookfield, siempre según las fuentes, referidos a la financiación entre sociedades del grupo, a la valoración del inventario y al goodwill (fondo de comercio, que se genera al adquirir otras empresas por encima de su valor contable y debe amortizarse en el tiempo).

Algunas de estas cuestiones, en especial las opacas relaciones entre las sociedades del grupo y el holding de la familia (Scranton), han sido la base de los famosos informes de Gotham City que tumbaron la cotización de Grifols a principios de año; de hecho, pierde más del 43% en lo que va de 2024.

«En el mercado cada vez hay una mayor sensación de que Grifols hace trilerismo con las cuentas», añade un alto cargo de un banco privado. Y eso incrementa el riesgo de que la OPA no salga adelante o que se haga a un precio muy bajo, que no sea suficientemente atractivo para los accionistas actuales de la compañía.

Según la normativa de OPA, en una oferta de exclusión el precio debe ser como mínimo la media de los últimos seis meses, una cifra que actualmente se encuentra en 9,09 euros en el caso de Grifols. Sin embargo, los accionistas y los bancos de inversión creen que un precio justo sería de 12 euros, como también adelantó OKDIARIO.

Evidentemente, hay una gran diferencia entre ambas valoraciones, y Brookfield no estará dispuesto a pagar de más si está encontrando tantas irregularidades en la contabilidad de la empresa catalana. Su negocio consiste en comprar empresas en problemas a bajo precio para reestructurarlas y devolverlas a la rentabilidad, con el fin de venderlas o volver a sacarlas a Bolsa pasados unos años. Su objetivo es obtener una rentabilidad del 20% anual, que sólo se puede conseguir si el precio de compra es muy barato.