`
Economía
OCU

La OCU insta a los españoles a cerrar las ventanas por ésta razón: «Pérdidas de un 50%»

Cada vez que llega el frío, se suelen dar los mismos consejos y trucos para que podamos ahorrar en calefacción y, aunque muchos de ellos resultan bastante efectivos, lo cierto es que la OCU ha decidido poner orden ante todos los consejos que se dan, y que que se repiten cada año y lo ha hecho con un mensaje bastante directo: revisar cómo usamos la calefacción puede suponer un ahorro real, y no hablamos de unos céntimos. Hablamos de porcentajes. Y uno de los ejemplos más llamativos tiene que ver con algo tan cotidiano como cerrar bien las ventanas.

La organización ha publicado una lista de cinco ideas equivocadas sobre la calefacción que muchos damos por hechas. Algunas están tan instaladas en el día a día que cuesta creer que no sean verdad. Pero lo cierto es que, si hacemos caso a la Organización de Consumidores y Usuarios, que las ha ido desmontando una por una, descubrimos que parte del dinero que se escapa en invierno lo hace literalmente por huecos invisibles, decisiones mal calculadas o equipos mal entendidos. Sin embargo, el objetivo de la OCU no es asustar a nadie, pero sí dejar claro que una casa puede gastar mucho más de lo necesario sólo por seguir prácticas que, durante años, hemos repetido sin comprobar si funcionaban. Y sí, algunas de las pérdidas energéticas más importantes vienen de detalles tan simples como una ventana que no ajusta bien.

«Apagar la calefacción sale caro»

Es uno de los clásicos. La idea de que apagar la calefacción, aunque sea por unas horas, consume más que dejarla puesta a una temperatura fija sigue muy extendida. La OCU lo desmiente con bastante claridad.

Es cierto que al encenderla hay un pequeño pico de consumo, pero el ahorro general es mucho mayor si dejamos que la temperatura baje cuando no estamos en casa o por la noche. La organización calcula que bajar el termostato a 16 ºC durante la noche puede suponer un 13% de ahorro respecto a mantener los 20 ºC de forma constante. No es una cifra menor si pensamos en un invierno entero.

«El calor apenas se escapa por las ventanas»

La OCU explica también como muchas personas creen que, si las ventanas son pequeñas o relativamente nuevas, el calor que se pierde por ellas es mínimo. Pero la realidad es bastante más cruda: una cuarta parte de toda la energía que genera una vivienda se va por las rendijas de las ventanas.

Es decir, por esos pequeños huecos que a veces ni vemos. La OCU insiste en que este punto es clave porque el impacto en la factura es real. Y, además, añade un dato aún más contundente: instalar doble cristal reduce estas pérdidas hasta en un 50%. Por eso la organización insiste tanto en revisar cierres, juntas o cualquier punto por donde el calor pueda escaparse.

«Las calderas de condensación necesitan radiadores grandes»

Esta idea también se ha repetido durante años. Se suele creer que las calderas modernas, es decir, las que son de condensación, sólo funcionan bien si los radiadores son de gran tamaño. Y no es cierto.

Los radiadores estándar son perfectamente compatibles. Lo que sí sucede es que, si fuesen más grandes, la caldera podría trabajar a menos potencia, y eso terminaría generando un ahorro mayor. Pero eso no significa que el sistema no funcione o que sea obligatorio cambiar los radiadores para aprovechar estas calderas.

«No existe calefacción con paneles solares»

Otro mito que la OCU desmonta. Los paneles solares térmicos no son sólo para el agua caliente. Aunque su rendimiento en calefacción no es tan alto como en ACS, sí pueden aportar calor a la vivienda gracias a su sistema de acumulación.

La clave está en los porcentajes: estos paneles pueden ahorrar hasta un 70% en agua caliente y alrededor del 40% en calefacción. No sustituyen por completo al sistema tradicional, pero sí ayudan a reducir el consumo total, especialmente en casas con buena orientación y aislamiento.

«El calor azul es la mejor opción»

El famoso «calor azul», que durante años se ha vendido como la solución definitiva para calentar una casa, tampoco supera el examen técnico. Según la OCU, no es un sistema milagroso; es simplemente otra forma de calefacción eléctrica basada en resistencias.

Eso significa que su eficiencia es limitada y que suele ser una de las opciones más caras a la larga. Frente a este tipo de radiadores, la bomba de calor es mucho más eficiente, sobre todo si el aislamiento de la vivienda acompaña.

En definitiva, y tras explicar cuáles son esos mitos que es mejor desmentir, el mensaje de la OCU es muy directo: si queremos evitar sustos en la factura, conviene revisar las ideas que arrastramos desde hace años. Cerrar bien las ventanas, bajar la temperatura por la noche, entender cómo funciona nuestro sistema de calefacción o evitar soluciones poco eficientes puede suponer un ahorro notable sin renunciar al confort.