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Norges Bank aflora un 3% de Repsol y se convierte en el tercer mayor accionista

El fondo soberano de Noruega, Norges Bank, apuesta por Repsol. Norges Bank ha decidido invertir unos 660 millones de euros -a precios actuales de mercado- para adquirir algo más de un 3% de la petrolera española, convirtiéndose así en el tercer principal accionista de la compañía.

Norges Bank, que gestiona el Fondo Global de Pensiones del Gobierno de Noruega, el mayor fondo soberano del mundo, ha comunicado este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) una participación del 3,062% en Repsol. El 2,822% lo controla de manera directa y el resto, a través de derivados financieros.

El fondo soberano noruego ya estaba presente en el capital de Repsol. A cierre de 2018, Norges Bank tenía un 1,5% de la firma española, lo que le convertía ya en el primer inversor socialmente responsable de la petrolera presidida por Antoni Brufau.

Norges Bank se erige así en el tercer máximo accionista de Repsol, tan solo por detrás de Sacyr, que posee una participación del 8,2%, y de Blackrock (4,998%).

El fondo soberano noruego es uno de los actores relevantes en el capital de las empresas del Ibex, con inversiones que superan los 9.000 millones de euros y con presencia en empresas como Iberdrola (3,057%) o Telefónica (2,877%), entre otras.

Cero emisiones

Este incremento de la apuesta de Norges Bank por Repsol coincide además con el anunció lanzado a principios del pasado mes de diciembre por el grupo dirigido por Josu Jon Imaz de ser una compañía cero emisiones netas en el horizonte de 2050, y donde el crecimiento en proyectos de generación baja en carbono es uno de sus vértices importantes.

El grupo, que en el primer semestre de este 2020 lanzará un nuevo plan estratégico 2021-2025 para definir esta senda, se convirtió así en la primera compañía de su sector en asumir ese objetivo de cero emisiones netas en 2050.

En este camino hacia la descarbonización de la compañía en los próximos treinta años, Repsol se plantea nuevas metas de reducción de su indicador de intensidad de carbono sobre la base del año 2016: del 10% en 2025, del 20% en 2030 y del 40% en 2040, avanzando así hacia las cero emisiones netas de CO2 en 2050.

En este sentido, la orientación del grupo hacia una ‘multienergética’ es firme, con ese impulso a la proyectos asociados a la transición energética mediante un incremento en 3.000 megavatios (MW) renovables de su objetivo de capacidad instalada a 2025, pasando de los 4.500 MW a 7.500 MW.