Economía
Elecciones europeas

Los mercados financieros ignoran las elecciones europeas: «No tienen ningún impacto»

Quedan tan sólo dos semanas para las elecciones europeas, y los mercados financieros no parecen inmutarse. Las empresas de la Unión Europea (UE) tienen muchas exigencias para el nuevo Gobierno, pero desde la gestora de activos DWS, brazo inversor de Deutsche Bank, prevén que no tendrán apenas impacto.

«Durante los comicios anteriores, el índice de incertidumbre no varió notablemente», aseguran. Del mismo modo, los índices bursátiles DAX (índice bursátil alemán) y EuroStoxx (índice ponderado por capitalización bursátil) se mantuvieron estables. «Esto es lo que sugiere la experiencia de las pasadas elecciones europeas», afirman.  Además, este año los mercados parecen más centrados en «otras cuestiones geopolíticas y económicas que en Estrasburgo -sede del Parlamento Europeo-«, detallan desde DWS.

Sin embargo, de cara al futuro, el Parlamento tiene un papel crucial. «Una de sus tareas debería ser desarrollar y fortalecer aún más los sectores financiero y bancario en la UE», indican desde el brazo inversor de Deutsche Bank. «Se necesita financiación suficiente para planes transformadores de máxima prioridad, como las iniciativas ecológicas, avances digitales y mejora de la resiliencia», todos ellos vitales para asegurar la «competitividad» futura de Europa. Por lo tanto, uno de los principales desafíos de la próxima legislatura será asegurar la financiación adecuada para impulsar proyectos transformadores que garanticen la competitividad futura de Europa. El Parlamento se enfrenta así a retos significativos en su misión de consolidar la unión y el progreso de sus 27 estados miembros. Uno de los aspectos más críticos que tiene por delante es el desarrollo y fortalecimiento de los sectores financiero y bancario de la UE.

En este contexto, la profundización de la Unión de los Mercados de Capitales (UMC) resulta fundamental. Esta iniciativa no sólo busca mejorar la integración financiera en el continente, sino también proporcionar una financiación acorde a los planes prioritarios para la competitividad de la futura UE. De hecho, los líderes de la UE acordaron que «la apertura, el correcto funcionamiento y la integración de los mercados europeos de capitales son fundamentales para promover el mercado único, mejorar las fuentes de financiación para las empresas en crecimiento y brindar oportunidades de ahorro atractivas a los ciudadanos de la Unión», en la última Cumbre del Euro, el pasado marzo. Una estrategia clave diseñada para movilizar capital en toda la UE, facilitando que las empresas, especialmente las PYMES, accedan a fondos más allá de las fronteras nacionales; impulsando la innovación, el crecimiento económico y la creación de empleo.

Pero para que la UE siga desarrollando su mercado único y atraiga inversiones es imprescindible contar con mercados de capitales abiertos e integrados, que promuevan el crecimiento y la innovación, creen empleo y mejoren la competitividad. Es cierto que la UE ha mejorado el funcionamiento de sus mercados de capitales en los últimos años, pero a pesar de sus avances, sigue habiendo una brecha notable en su desarrollo que se debe paliar.  Otro ámbito prioritario para esta legislatura es la digitalización de la economía europea, esencial para mantener la competitividad global, facilitar la inversión en infraestructura digital y fomentar la innovación, mejorando así la eficiencia y la productividad en los distintos sectores, desde la industria manufacturera hasta los servicios financieros.

A pesar de la importancia de un mercado europeo sólido, desde DWS señalan que las fuerzas políticas a nivel europeo pueden no ser los principales impulsores de los acontecimientos futuros. «Si bien el Parlamento Europeo es el único organismo elegido democráticamente dentro de la UE, carece de poderes formales de iniciativa legislativa, a diferencia de la mayoría de los parlamentos nacionales», destacan. Las iniciativas recaen, principalmente, en los órganos ejecutivos de la UE: «La Comisión y, hasta cierto punto, el Consejo Europeo». En consecuencia, admiten, «el Parlamento Europeo puede seguir siendo una institución relativamente ineficaz». Y eso, en última instancia, es lo que «disminuye» la importancia de las elecciones europeas.