El mayor productor textil ‘desprecia’ a los robots y apuesta por los humanos para ganar más contratos con Uniqlo y H&M

Uniqlo-Textil
Sector textil (Foto. Istock)
María Villardón

La llegada de los robots para hacerse con los puestos de trabajo de los humanos es una visión apocalíptica que no comparten en Crystal Group, el mayor fabricante textil del mundo con sede en Hong Kong. La compañía quiere aumentar sus contratos con Uniqlo, H&M y Mark & Spencer y para ello va a apostar por un aumento de la plantilla ‘de carne y hueso’ del 10% este 2018 en Bangladesh y Vietnam.

El pronóstico es que los robots ocupen la mayor parte de los puestos de trabajo en la década de 2030 y que los humanos nos centremos en tareas de empatía y creatividad. Podríamos decir que en un plazo de entre 20 y 30 años viviremos en nuestras propias carnes una revolución al modo de la industrialización de finales del S.XIX con la misma desconfianza que nuestros antepasados decimonónicos.

Mientras Bill Gates, fundador de Microsoft cree que los robots-trabajadores deberían pagar impuestos; Elon Musk, CEO de Tesla, cree que lo más acertado para la supervivencia de los humanos como empleados pasa por la fusión de ambas realidades: la artificial y la biológica.

Mientras este nuevo llega, compañías como Crystal Group ha comunicado que va a apostar por un aumento del 10% en sus plantillas de Vietnam y Bangladesh en los próximos años. Más humanos y menos máquinas, así es como pretende la mayor empresa de producción textil del mundo hacerse con más contratos del gigante H&M, Uniqlo o Mark & Spencer. “La manipulación de materiales blandos es realmente complicado para los robots”, comentaba el presidente de la compañía Andrew Lo.

Crystal ha debutado recientemente en la bolsa de Hong Kong, una OPI en la que consiguió casi 500 millones de dólares. Una inyección de capital con la que pretende elevar sus capacidades de producción en sus plantas de Bangladesh y Vietnam.

Dos puntos geográficos emergentes que están comenzando a ganar terreno a China, desde que han comenzado a elevarse los costes de producción por el aumento de los salarios. Actualmente el gigante asiático tiene más del 30% de la producción mundial de prendas de vestir. En este momento, según señala Financial Times, el salario medio en China es de 700 dólares, mientras en Vietnam y Bangladesh se sitúan en los 350 dólares y 200 dólares, respectivamente.

El sur de Asia tiene prácticamente el monopolio de la producción textil, sin embargo, el auge del proteccionismo y los avances técnicos de las herramientas del sector podrían poner en jaque el negocio de compañías como Crystal Group. Los países que forman parte del G20 han aprobado casi 2.000 medidas restrictivas al comercio en sólo una década, según datos de la Oganización Mundial del Comercio (OMC). Con el estallido de la crisis financiera internacional en 2008, muchas de estas economías decidieron velar por sus tejidos empresariales poniendo en marcha un proteccionismo poco frecuente en un mundo tan globalizado como el actual. India, China, Brasil y EEUU son los países que más medidas proteccionistas activas.

Por ello, respondiendo a los comentarios del directivo de la compañía de Hong Kong, desde la firma Softwear Automation, desarrollador de EEUU de la herramienta Sewbots con sede en Atlanta, ha señalado que “efectivamente la automatización no puede competir con la mano de obra barata cuando hay aranceles de por medio”.

Robot Sewbots Foto. Softwear Automation

Sin embargo, sí que han advertido que la implementación del sistema Sewbots será el comienzo de la revolución en el sector. Este novedoso sistema de producción automatizado se implementará en los próximos dos años en EEUU y es capaz de coser alrededor de 800.000 camisetas en un solo día. La duración de corte y cosido de las prendas tiene un nivel de precisión superior al ojo humano, según los creadores, y pone fin a la producción en apenas cuatro minutos.

Sin ir más lejos, el robot Sewbots ya tiene algunos clientes de gran renombre como es el caso de Adidas. La compañía china Tianyuan Garments se ha asociado con la empresa estadounidense para instalar una veintena de líneas de producción en su planta de Arkansas. Una nueva asociación que dará como resultado la producción de una camiseta de Adidas cada 22 segundos o, lo que es lo mismo, un aumento del 300%.

En el momento del pacto entre ambas compañías, el presidente de Tiayuan Garments, Tang Xinhong, aseguraba que ni la fábrica china más barata del mundo podría competir contra ellos, ahora el coste de una persona por cada camiseta será de solo 5 centavos.

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