Economía
Crisis del coronavirus

Más de 200.000 personas solicitan el ingreso mínimo del Gobierno en apenas cuatro días

No es la bienvenida a una medida del Gobierno, sino los problemas sociales que existen en España, la debilidad del mercado laboral y la grave crisis los factores que han provocado que se haya producido una avalancha de peticiones del nuevo subsidio del Gobierno. El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha afirmado que cerca de 212.000 personas han solicitado el ingreso mínimo vital a la Seguridad Social, que ha comenzado a procesar las solicitudes desde este lunes.

A su juicio, «esto pone de manifiesto la extraordinaria capacidad de la seguridad social para gestionar prestaciones», ha afirmado durante su comparecencia en la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en el Senado. Sin embargo, también revela la debilidad de la economía nacional.

Mientras que la realidad muestra la crudeza de la crisis, para el ministro la nueva renta es una herramienta «fundamental» para «romper un círculo vicioso que hay en España entre la desigualdad, la incertidumbre y la falta de oportunidades».

Según sus palabras, el riesgo sobre los más vulnerables «aumenta» en una situación de crisis, por lo que el Ejecutivo ha modificado sus prioridades y volcado «todas las energías y esfuerzos» en la puesta en marcha del ingreso mínimo vital. «La crisis nos ha abierto a todos los ojos», ha precisado.

Asimismo, Escrivá ha insistido en que el modelo de esta nueva renta está «extraordinariamente focalizado» desde el punto de vista de los hogares. «Tenemos un modelo de gobernanza moderno, propio de lo que tenemos que aspirar a ser, un estado cuasi federal», ha dicho.

En este sentido, ha destacado que en el modelo del ingreso mínimo vital tienen que participar los distintos niveles de gobierno «porque las competencias son compartidas», por lo que ha apostado por impulsar «distintas políticas que arropen a la prestación». Así, ha añadido que la nueva prestación se trata de «un conjunto de políticas públicas en torno a una prestación».

Cuando el Gobierno aprobó en el Consejo de Ministros el ingreso mínimo vital, una medida que tanto los miembros del PSOE como de Podemos celebraron con gran entusiasmo a través de los medios y las redes sociales, miles de personas en España todavía no habían cobrado ni un euro de su Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE). Todavía ocurre, lo que ha provocado algunas escenas de tensión en la apertura de las oficinas del SEPE.

En los dos últimos meses se han acumulado las críticas de miles de afectados que reclaman que el Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) no estaba funcionando correctamente, y las líneas de atención a los ciudadanos se encontraban colapsadas. Además, algunos de los afectados que han logrado cobrar una parte de su ERTE han denunciado que las cantidades no se han correspondido con las que tenían que recibir.

Abandono a las familias numerosas

Además, las familias numerosas se han percatado de que el Ingreso Mínimo Vital lanzado a bombo y platillo por Pablo Iglesias en ningún caso ha pensado en ellas. Más bien todo lo contrario. Porque no recoge ningún mecanismo de incremento de las ayudas a partir del tercer hijo. Traducido: para Iglesias es lo mismo enfrentarse al paro y a la falta de ingresos con tres hijos que con cinco o seis.

Las críticas han surgido ya en instituciones como el Foro de la Familia. Y es que esta prestación nace con un claro tope que perjudica a las familias numerosas. “El importe máximo será de 1.015 euros, para familias con dos cónyuges y tres o más menores a cargo. Esto supone la exclusión explícita de las ayudas a los hijos a partir del cuarto descendiente, -convivan con uno o dos progenitores-. Resulta una discriminación injustificable a unidades familiares con menores a cargo. En estos momentos, muchas de estas familias pueden encontrarse sin ingresos, y es evidente que no es lo mismo el gasto de 5 personas que de 6, 7 u 8”, apuntaban desde el Foro de la Familia.