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Marruecos y Nigeria impulsan un ‘megaproyecto’ de gasoducto marino que conectaría con España

Marruecos y Nigeria han impulsado el proyecto del gasoducto marino más largo del mundo, que permitiría exportar gas natural a otros países africanos y a Europa, con su unión a través de España. En concreto, la empresa australiana Worley será la encargada de llevar a cabo un estudio de viabilidad inicial del proyecto, que cubriría una distancia de más de 7.000 kilómetros de distancia para unir Nigeria con Marruecos, atravesando aguas territoriales de 13 países, 11 de los cuales están ubicados en África Occidental, informó la ingeniería.

Además, el objetivo de este proyecto de gasoducto es que esté configurado para llegar a Europa como su último destino, añadió la compañía. El proyecto, denominado NMGP y que será el segundo más largo del mundo si se culmina, nace a través de una iniciativa conjunta entre los gobiernos de Nigeria y Marruecos. El pasado mes de diciembre, ambos países firmaron un acuerdo para financiar el estudio de diseño de ingeniería del proyecto, después de que fuera aprobado por el Banco Islámico de Desarrollo (BID).

Este proyecto aliviaría así las tensiones de suministro de Marruecos, después de que en noviembre del año pasado Argelia decidiera, debido a la tensión existente en las relaciones políticas con Rabat, dejar de suministrar gas natural a través del gasoducto Magreb-Europa, y podría suponer un pasillo al gas natural de Nigeria de camino al Viejo Continente.

El gasoducto Magreb-Europa, inaugurado hace más de 25 años, une Argelia con España a través de Marruecos. De esta manera, se cortaba el abastecimiento a través de esta vía para España, quedando sólo la del gasoducto submarino Medgaz, que no pasa por Marruecos. Sin el suministro de gas natural de Argelia, además de perder los ‘derechos de paso’ millonarios que ingresaba por el tráfico del gasoducto, Marruecos vio así con el cierre peligrar su abastecimiento energético.

No obstante, el pasado mes de febrero, el Gobierno de España abrió la puerta a permitir a Marruecos utilizar el gasoducto del Magreb-Europa, con el fin de aliviar las necesidades energéticas del país africano y garantizar su seguridad de suministro, pudiendo así adquirir gas natural licuado (GNL) en los mercados internacionales, desembarcarlo en alguna planta de regasificación peninsular y utilizar el gasoducto del Magreb para que llegue a su territorio.