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Malas noticias para el diésel: giro confirmado en los precios en España

El aumento del precio del diésel a partir del mes de abril de 2025

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El mercado del diésel en España se enfrenta a un giro inesperado que afectará directamente a los conductores y consumidores de este tipo de combustible. La reciente decisión del Gobierno, con apoyo de partidos como el PNV y Junts, contempla una reforma fiscal para incrementar el impuesto sobre el gasóleo comúnmente conocido como «diésel barato». Esta medida, que aún debe pasar por el Congreso, surge bajo las directrices de la Unión Europea, la cual exige ajustes fiscales en el marco del fondo de ayudas Next Generation, por lo que se estima que entre en vigor a partir de abril de 2025. Los conductores deberán prepararse para un incremento significativo en el coste del combustible, lo que marcará el fin de una era en la que el diésel era la opción más económica.

A lo largo de los últimos años, el diésel ha mantenido una ventaja en términos de precio frente a la gasolina. Sin embargo, esta diferencia está a punto de desaparecer. Con la subida prevista de entre 9 y 11 céntimos por litro, llenar un depósito de diésel costará entre cinco y seis euros más. Esta reforma no es un intento de mejorar la calidad del combustible o aumentar su valor, sino un ajuste fiscal que equiparará el precio del diésel con el de la gasolina, afectando principalmente a los usuarios comunes. Mientras tanto, el gasóleo para transporte pesado y otros sectores específicos se verá en gran medida exento de esta subida, lo que ha generado opiniones divididas entre los diferentes sectores que dependen del combustible. Los consumidores particulares, y no tanto los profesionales, serán los principales afectados por este incremento en el precio del diésel. En promedio, los conductores de vehículos diésel ahorraban cerca de un 10% en combustible frente a los de gasolina. Sin embargo, con el nuevo ajuste, esta diferencia se diluirá, afectando no solo a quienes poseen vehículos privados, sino también a los pequeños negocios y otros autónomos que dependen del diésel como base de sus operaciones.

Malas noticias para el diésel: giro confirmado en los precios

La subida de impuestos propuesta implica que el precio del diésel aumentará a niveles nunca antes vistos en el país, con una carga impositiva que pasará de 0,379 euros a 0,47269 euros por litro. Para los consumidores, esto se traduce en un gasto adicional que, en el caso de llenar un depósito de unos 60 litros, podría alcanzar los seis euros más de lo habitual. La medida afectará principalmente a las estaciones de servicio «low-cost», que hasta ahora habían mantenido un precio más competitivo, pero también influirá en el coste general del combustible en España.

En la actualidad, el precio promedio del diésel en el país ronda los 1,40 euros por litro, mientras que la gasolina se sitúa en torno a los 1,50 euros. Con el nuevo incremento, se espera que el diésel y la gasolina se igualen o incluso que el primero sobrepase al segundo, generando una gran incertidumbre entre los usuarios de vehículos diésel que dependían de este combustible más económico. Aunque el diésel había sido históricamente una opción más barata debido a su uso laboral en sectores como la agricultura y el transporte, hoy en día su uso es mucho más común entre particulares, quienes serán los principales afectados.

¿Cómo afectará a los pequeños negocios y autónomos?

Si bien el enfoque central de la reforma es el consumidor particular, el impacto también recaerá en pequeños negocios y autónomos que dependen del diésel para sus actividades diarias. Negocios de mensajería, servicios de reparación y transporte urbano verán cómo sus costes operativos aumentan significativamente, aunque el diésel profesional estará en gran medida exento de esta subida. Para estos sectores, especialmente aquellos con margen de ganancia ajustado, el incremento del precio del diésel podría traducirse en mayores costes, menor rentabilidad e, incluso, en una reducción de las tarifas para ser competitivos en el mercado.

No obstante, el Gobierno ha garantizado que el diésel de uso profesional, como el destinado a transportistas y agricultores, mantendrá exenciones en la carga impositiva. Esta exclusión busca proteger la competitividad de estos sectores y evitar un impacto económico mayor en la industria. Aun así, los autónomos que utilizan vehículos diésel para actividades comerciales ligeras, como furgonetas o camionetas de reparto, no podrán acceder a dichas exenciones. Esto ha provocado malestar entre los profesionales afectados, quienes consideran que la medida no toma en cuenta las necesidades de quienes dependen de este combustible para su actividad diaria.

Consecuencias a largo plazo para los conductores de diésel

Con la tendencia hacia la electrificación y la paulatina eliminación de los vehículos de combustión en Europa, el diésel se enfrenta a un panorama de costos cada vez menos competitivo. En los próximos años, y especialmente tras la entrada en vigor de esta medida en 2025, los conductores de diésel podrían empezar a reconsiderar la viabilidad de sus vehículos frente a las opciones híbridas o eléctricas. El diésel, que hasta hace poco se mantenía como una alternativa económica, pasará a ser una opción equiparable en precio a la gasolina, lo que probablemente acelerará el cambio hacia combustibles menos contaminantes.

La subida en los precios del diésel no sólo afecta al bolsillo, sino también a la planificación a futuro de muchos conductores, quienes podrían optar por una transición hacia tecnologías más sostenibles. Las exigencias de la Unión Europea en cuanto a reducción de emisiones y sostenibilidad también han impulsado esta reforma, buscando reducir la dependencia de combustibles fósiles en el país.