Economía
Subida de los precios

La inflación volverá a subir tras la tregua de julio por el alza de la luz y el fin del IVA reducido

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

El IPC dio un respiro en julio con una moderación hasta el 2,8% (es decir, los precios subieron menos, pero no bajaron). Sin embargo, esta buena noticia va a durar poco, porque las principales causas de la rebaja de la inflación -la bajada del precio de la luz y la contención del de los alimentos por la disminución del IVA- se van a dar la vuelta en los próximos meses.

El recibo de la luz se abarató un 6% en julio con el consiguiente impacto en la inflación, sobre todo por el efecto de la rebaja del IVA del 21% al 10% que el Gobierno se comprometió a aplicar cuando el precio superase los 45 euros por MWh. Pero esta reducción de impuestos no será suficiente para compensar la subida del precio en las subastas diarias en agosto, que se ha situado en torno a 100 euros por MWh en la mayoría de los días, salvo los fines de semana.

Este elevado coste de la luz en el mes eminentemente vacacional y, por tanto, de menor demanda eléctrica por la reducida actividad económica, se explica porque ha vuelto a entrar el gas (las centrales de ciclo combinado) como fuente de generación eléctrica a pesar de la fuerte producción de energía solar después de varios meses en que no era necesario por las buenas condiciones de viento y lluvia de este año.

Como informó OKDIARIO, el gas está entrando no sólo de noche, sino en las horas que hace más sol, debido a que el sistema no puede absorber toda la energía fotovoltaica que hay instalada en España. Y esto obedece a la mala gestión de Teresa Ribera, ya que sigue sin remunerar la necesaria inversión en redes mientras sigue promoviendo instalaciones que no pueden vender la energía que producen.

Asimismo, está reduciendo capacidad nuclear -la alternativa al gas más barata- y también se niega a subvencionar la disponibilidad de las centrales de ciclo combinado, lo que provoca que éstas pongan el MWh más caro de lo que sería necesario (para compensar las que están paradas). A esto hay que sumar que el precio del gas está volviendo a subir en los mercados internacionales, lo que elevará aún más el MWh.

Es cierto que la subasta diaria afecta a los consumidores que tienen contratada la electricidad en el mercado regulado, pero las tarifas que ofrecen las eléctricas en el mercado libre también se mueven en consonancia con el precio del MWh en las subastas.

IVA de los alimentos

El otro elemento que ha permitido la reducción del IPC en julio es la moderación de la subida del precio de los alimentos hasta el 3,1%. Una moderación en la que ha sido clave la rebaja del IVA al 0% del aceite de oliva y al 5% de la pasta y los aceites de semillas

Ahora bien, esa rebaja tiene fecha de caducidad: el 1 de octubre se producirá una primera subida intermedia de este impuesto, y el 1 de enero volverá a los niveles que tenía antes de las medidas excepcionales por la escalada inflacionista (que el Gobierno sigue achacando a la guerra de Ucrania).

En consecuencia, este efecto positivo de julio se tornará negativo a partir de septiembre, lo que alimentará también el empeoramiento de la inflación desde entonces. Pero el IPC de los alimentos puede volver a subir antes, debido a que el precio de muchos productos agrícolas y ganaderos está subiendo ya y puede anular la reducción del IVA.

El sindicato USO asegura que los precios de la alimentación y los suministros de la vivienda ya están creciendo por encima del IPC, y añade que la bajada de precios con respecto al año pasado se ha realizado «a base de parches impositivos», pero es «un alivio momentáneo» para los bolsillos que «no corrige el problema estructural».