Economía
TECNOLOGÍA

Indra y Navantia dan el primer paso hacia su integración con una alianza comercial para crecer en Europa

Indra y Navantia han firmado una alianza para desarrollar y vender, de forma conjunta, sistemas y soluciones digitales en las áreas de Defensa y Seguridad con el fin de impulsar su posición en la Europa de la Defensa. El acuerdo tiene lugar en un momento en el que la Unión Europea y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) preparan fuertes inversiones ante el conflicto en Ucrania. La alianza se centra, de momento, en el desarrollo de soluciones y sistemas digitales para Defensa y Seguridad, pero supone un primer paso para la creación del llamado ‘Polo de Defensa’ que aglutinará las principales industrias españolas del sector.

En el horizonte, programas millonarios como el del futuro avión de combate europeo, el sustituto del Eurofighter, conocido como programa FCAS -en el que participa Indra, con una inversión prevista de más de 100.000 millones.

El acuerdo permitirá a Navantia e Indra orientar sus líneas de inversión y desarrollo para mejorar su posicionamiento en el mercado. Y, como asegura el comunicado conjunto difundido ayer, contribuir a «dinamizar el tejido industrial y a reforzar el ecosistema de defensa y tecnológico nacional, así como a impulsar su posicionamiento en la Europa de la Defensa».

Una afirmación que contrasta vivamente con la prudencia con que, especialmente Indra, ha manejado la idea en los últimos años. Eso abre la puerta a la creación del ‘Polo de Defensa’ español que, alrededor de la tecnológica que preside Marc Murtra aglutine, vía acuerdos o cruce de participaciones, a las empresas más importantes del sector. Entre ellas, los propios accionistas de la tecnológica. Es el caso de Sapa Placencia que posee el 5% de Indra, y la madrileña Escribano Mechanical and Engineering que posee otro 3%. Una compra de participaciones que -rentabilidad bursátil aparte- les sitúa en posición de privilegio ante los movimientos que se prevé que hará la compañía.

Al margen ha estado, hasta ahora, ITP. La empresa vasca creada para producir los motores de aviación de Rolls-Royce. Su accionista actual, la estadounidense Bain, ha alcanzado un acuerdo para que Indra entre como accionista y socio tecnológico de la empresa, según diversos medios vascos.

El acuerdo entre Indra y Navantia ha sido suscrito al más alto nivel: los presidentes y principales ejecutivos de ambas compañías se han comprometido a desarrollar, de la mano, actividades comerciales y de exportación. Por parte de la tecnológica, firmaron su presidente, Marc Murtra, y su consejero delegado, José Vicente de los Mozos. Por los astilleros, el presidente, Ricardo Domínguez, y el director de Sistemas y Servicios y director de Tecnología y Transformación Digital, Donato Martínez.

La Sepi decidirá

Navantia está participada al 100% por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) que controla también casi el 30% de Indra. La participación pública en las dos compañías se justifica por el interés general de las tecnologías militar y de doble uso que ambas desarrollan.

Los astilleros y la tecnológica colaborarán tanto en el ámbito naval, -sistemas de combate- como en el ámbito del Ejército de Tierra. El objetivo es participar en grandes proyectos de la Defensa española como el Brigada 2035 (Inteligencia Artificial y Robótica), la Base Logística del Ejército de Tierra o la Modernización de los Sistemas de Mando, Control y Comunicaciones.

Con el acuerdo, además, las dos empresas han creado «mecanismos» para trabajar «conjuntamente en soluciones diferenciales en áreas como la nube de combate, gemelos digitales, logística inteligente, ciberseguridad y entornos de simulación avanzados, además de en nuevas tecnologías habilitadoras». Tras la ratificación en junta general de José Vicente de los Mozos como consejero delegado (CEO) de Indra, la compañía tiene ya su estructura y su equipo preparados para el desarrollo de la nueva estrategia.

Al tratarse de intereses nacionales (Defensa, Seguridad), el papel de la Sepi será clave a la hora de poner en marcha oficialmente la creación de ese eje industrial de Defensa netamente español. Las elecciones generales del 23J dejan todo en el aire hasta la formación del nuevo gobierno. Aunque las empresas están preparadas.