Economía
Operación corporativa

Los impuestos a la banca reducen las sinergias de una posible fusión BBVA-Sabadell de 750 a 365 millones

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

El nuevo impuesto a la banca diseñado por el Gobierno, sumado al resto de tributos que deben pagar los bancos, reducirá las sinergias (ahorros de costes) de una eventual fusión entre el BBVA y el Banco Sabadell de los 750 millones anunciados por Carlos Torres hasta sólo 365.

Esa es la cifra que resulta de los cálculos de varias fuentes del sector. Para empezar, los 750 millones de ahorros anuales anunciados por el BBVA son antes de impuestos (brutos); si se aplica el tipo del 30% del Impuesto de Sociedades que pagan las grandes entidades financieras sobre su beneficio en España (el que está afectado por la operación), la cifra ya se reduce a 525 millones.

Pero, además, el Gobierno de Pedro Sánchez ha modificado el impuesto a la banca para hacerlo progresivo con un sistema de tramos, como es sabido. Este sistema es un desincentivo a la concentración bancaria, ya que el Sabadell pagaría en solitario un tipo medio de alrededor del 4%.

Pero, si el BBVA adquiere el Sabadell, todos los ingresos de este último pasarían al tramo más alto del impuesto, es decir, pagarían el 7%. Eso se debe a que el margen conjunto tendrá un mayor exceso sobre 5.000 millones, nivel a partir del cual se aplica el citado tipo máximo del 7%.

En la práctica, eso implica una «desinergia» de 160 millones para el BBVA, según los cálculos mencionados. Si restamos esta cifra a los 525 millones anteriores, obtenemos que las sinergias reales de la compra del Sabadell por el BBVA serían de sólo 365 millones.

Con las sinergias anunciadas por el BBVA, la compra del Sabadell iba a incrementar en un 3,5% el beneficio por acción del banco (BPA), algo que tampoco es nada extraordinario. Pero la citada reducción de sinergias ya se come un 2% de esa mejora del BPA. Con lo cual, la lógica de la operación queda bastante cuestionada.

Y eso, si hay fusión

Además, esos 365 millones sólo se alcanzarán siempre y cuando haya una fusión posterior de los dos bancos: las sinergias únicamente se consiguen si las dos entidades se integran completamente; ésa es la principal razón por la que la polaca Pesa renunció a entrar en Talgo, ya que el Gobierno no le permitía fusionarse. En este caso, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha reiterado que el Ejecutivo no va a aprobar una fusión entre el BBVA y el Sabadell si la OPA tiene éxito.

Por tanto, si no hay fusión posterior y el Sabadell se queda como una participada del BBVA (algo parecido a lo que era Banesto en el Santander), las sinergias serían todavía menores que esos 365 millones.

Y falta la CNMC

Esta reducción de las sinergias previstas -a las que el BBVA añade otros 100 millones brutos por «menores costes de financiación»- será aún mayor cuando la CNMC imponga sus condiciones: por muy asumibles que sean, implicarán ventas de activos (entre ellos, parte de la red) y el mantenimiento de oficinas y operaciones no rentables del Sabadell (por ejemplo, para no dejar poblaciones sin sucursales). Y eso se traducirá inevitablemente en menores ahorros de costes que los calculados con las condiciones ofrecidas por el banco vasco a la autoridad de Competencia.

Todo ello complica enormemente que el BBVA suba el precio de la OPA, algo que muchos en el mercado consideran imprescindible si quiere que la oferta tenga éxito. «Es muy difícil justificar ante tus accionistas que vas a pagar más por algo que vale menos debido a las menores sinergias», opina una de las fuentes consultadas.