Economía
Fusión aérea

Iberia comunica al Gobierno que desiste de seguir adelante con la compra de Air Europa

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Iberia (IAG) ha desistido definitivamente de la fusión por absorción de Air Europa, según confirman varias fuentes al tanto de la situación. Así se lo comunicó el viernes pasado al Gobierno, a pesar de que todavía no se ha recibido oficialmente el dictamen con las condiciones impuestas por la Comisión Europea a la operación, que la compañía pretendía usar como excusa para echarse atrás en la operación, como informó OKDIARIO. Ahora, el Ejecutivo de Pedro Sánchez está intentando «vestir» la situación para que no parezca un fracaso.

Este desistimiento era el escenario más probable y, de hecho, la familia Hidalgo (principal accionista de Air Europa) estaba convencida de ello. Un portavoz de IAG asegura que «estamos a la espera de la resolución final de Bruselas y, como hemos reiterado estas semanas, no somos precisamente optimistas», pero reconoce que están en conversaciones a distintas bandas con todos los implicados: Iberia, Globalia (grupo donde se incluye Air Europa) y el Gobierno. Desde Globalia aseguran no tener constancia oficial del desistimiento.

Algunas de las fuentes afirman que IAG ha recibido de forma oficiosa las condiciones de competencia que iba a imponer Bruselas y que es  lo que ha precipitado los acontecimientos. Se esperaba que le obligase a desprenderse de numerosas rutas donde tendría una posición dominante al integrar Air Europa, y eso haría que la adquisición no fuera rentable, según IAG. La amenaza de una demanda multimillonaria, que va a interponer Globalia tras esta ruptura, no ha frenado a Iberia, como tampoco la penalización de 40 millones que deberá abonar por romper los acuerdos firmados.

IAG llevaba tiempo indicando que no estaba dispuesta a pagar el precio pactado, de 500 millones (ya rebajado de los 1.000 iniciales fijados antes de la pandemia), debido a la disminución del valor de Air Europa por la crisis, que se tradujo en fuertes pérdidas en 2020. Y había anunciado que tomaría la decisión final al conocer las condiciones que imponía la Comisión.

En este sentido, otras fuentes señalan que IAG no iba a seguir adelante con la operación si eso implicaba tener que pedir dinero a sus accionistas en una ampliación de capital, algo que se ha negado a hacer durante toda la pandemia. Eso implica que el precio a pagar por Air Europa tenía que ser muy bajo o incluso cero.

Los graves problemas para el Gobierno

Tras esta comunicación por parte de Iberia, el Gobierno se encuentra con un problema muy serio. Para empezar, las fuentes aseguran que está intentando «vestir» la situación para que no parezca un fracaso; hay que recordar que el exministro José Luis Ábalos había convertido la fusión en una cuestión de Estado para potenciar Barajas como un gran hub internacional capaz de competir con los principales aeropuertos europeos.

Pero el Ejecutivo tampoco ha tomado ninguna medida para ‘endulzar’ la operación para Iberia, por lo que ha terminado desistiendo. Pero no se trata solo de una cuestión de imagen. La SEPI inyectó 475 millones en Air Europa con la esperanza de poder recuperarlos gracias a la fusión; sin la operación, no solamente queda en duda esa recuperación, sino que es probable que sea necesaria una segunda inyección de dinero público ante la prolongación de la pandemia y de su impacto en el turismo.

La compañía de Globalia puede alcanzar los 1.000 millones de deuda este año (incluyendo el crédito de la SEPI) y tiene como problema más acuciante pagar unos 150 millones por los contratos de leasing de los aviones, una cantidad que se incrementa cada mes.

No obstante, algunas fuentes sostienen que la situación de Air Europa no es tan desesperada como hace unos meses por la mejora del turismo mundial (habrá que ver cómo evoluciona con la variante Omicron) y que los ingresos ya son superiores a los gastos. Por otro lado, la familia Hidalgo está buscando alternativas, que pueden pasar por otra aerolínea (opción menos probable porque siempre tendría menos sinergias que con Iberia) o por dar entrada a nuevos inversores en una ampliación de capital, presumiblemente fondos.