Economía
POLÍTICA FISCAL

La herencia de Aragonés: Cataluña tiene el triple de impuestos propios que el resto de comunidades

  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonés, ha logrado que su comunidad tenga el triple de impuestos propios que la media de todas las autonomías de España, según el informe Cataluña, ante su declive económico publicado este sábado por el Instituto Juan de Mariana. El documento revela también que la diferencia de riqueza entre la Comunidad de Madrid y la región catalana es cada vez más acuciante, tanto en términos relativos como absolutos.

En concreto, los analistas afirman que «el PIB (Producto Interior Bruto) de Madrid ya es 7.500 millones superior al de Cataluña, a pesar de que la población de la primera comunidad es inferior a la de la segunda en un millón de personas».

Por tanto, en términos relativos, la diferencia entre ambas economías continúa siendo relevante: «La brecha de PIB per cápita entre Madrid y Cataluña se ha multiplicado por seis en las tres últimas décadas y ya se sitúa en el entorno de los 6.000 euros (38.435 euros en Madrid, 32.550 en Cataluña)». Es decir, un catalán tiene una renta media notablemente inferior a la que gana un madrileño.

Así, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha logrado que la economía haya crecido «un 11% desde 2017, frente al 7,2% observado en Cataluña, que se sitúa por debajo del promedio nacional, del 7,8%». La diferencia entre ambas comunidades reside, principalmente, en la gestión, según el Instituto.

«El grado de libertad económica observado en Cataluña es un 25-30% menor que el de Madrid. Además, los indicadores de competitividad regional de la Comisión Europea asignan una puntuación 10 veces mayor al marco institucional madrileño que al catalán», desvela el estudio.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibiendo a Pere Aragonés en La Moncloa.

Impuestos en Cataluña

Las consecuencias del procés siguen haciendo mella sobre la producción y la economía catalana. Según el informe, «más de 8.700 empresas cambiaron su sede social para salir de Cataluña tras el 1-O. La lista incluye a grandes multinacionales, filiales de corporaciones extranjeras y miles de pymes».

Las grandes empresas que huyeron de Cataluña con el referéndum y el intento de golpe de 2017 no se plantean volver ahora, a pesar de que el acuerdo de investidura entre Junts y PSOE las presione para ello. «No estaba sobre la mesa y sigue sin estarlo», señalaron fuentes internas de una gran compañía a OKDIARIO. En otra, añaden que «nada ha cambiado y siguen sin darse las condiciones para volver».

Una de las cuestiones que influyen en la negativa de todas estas mercantiles a volver a Cataluña son los elevados tributos regionales. «Cataluña tiene el triple de impuestos propios que la comunidad promedio. Sus tramos autonómicos en el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) se mueven entre el 12% y el 25,5% de modo que rentas bajas y altas pagan más al fisco que en Madrid (9%-21%) o Andalucía (9,75%-23,3%). De hecho, la presión fiscal normativa en Cataluña supera la media autonómica en un 24%», refleja el estudio del Instituto Juan de Mariana.

Con todo, la mayor carga impositiva no se ha reflejado en las cuentas públicas: «Las aportaciones fiscales de Cataluña al Fondo de Garantía son de 1.479 millones, por debajo de los 5.357 millones que inyecta Madrid».

Tampoco ha servido para aminorar el endeudamiento: «La deuda autonómica de Cataluña supera el 30% de su PIB y es la tercera más alta de todo el mapa autonómico, situándose muy por encima del 13% en Madrid, el 16,2% de Galicia o el 19,5% de Andalucía».

Así, esta situación ha sido consecuencia directa de las políticas de la última década. «Hace quince años, la deuda de Cataluña superaba a la madrileña por menos de 10.000 millones, pero ese diferencial ronda ahora los 50.000 millones. El 84% de la deuda catalana ha sido financiada por el Estado, a través del Fondo de Liquidez Autonómica», denuncia el estudio de la organización.

Las inversiones también se han visto afectadas. Pedro Sánchez aumentó el presupuesto para invertir más en la región y «la ejecución de tales compromisos ha caído del 74,9% al 35,8%». «Más allá de la propaganda, apenas hay un impacto real», lamenta el Instituto Juan de Mariana.

«Las elecciones autonómicas del próximo 12 de mayo no van a revertir el declive económico de Cataluña si no precipitan un cambio en la política económica y el contexto institucional», advierten los analistas.