Economía
por debajo de lo que exigen los inversores

De Guindos advierte de que el 75% de los grandes bancos europeos no es rentable e insiste en pedir fusiones

El 75% de la gran banca europea tiene una rentabilidad inferior al 8%, límite exigido por los inversores para mantener acciones del banco. Así lo ha asegurado el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis De Guindos, este lunes en la inauguración de la conferencia financiera Euro Finance Week.

De Guindos ha alertado también de que la rentabilidad sobre los recursos propios de los bancos de la zona del euro ha caído a menos del 6% en los últimos doce meses, hasta junio de 2019.

El vicepresidente del BCE consideró que esta baja rentabilidad de los bancos de la zona del euro se debe al exceso de capacidades en la banca europea, porque hay demasiados bancos, y no tanto a la política monetaria de la entidad muy expansiva y a los bajos tipos de interés.

Reconoció que los márgenes de intermediación de los bancos están bajo presión debido a que los tipos de interés son muy bajos, pero insistió en la necesidad de que se produzca una consolidación en el sector bancario europeo y que muchos bancos ajusten sus modelos de negocio.

Un artículo del informe sobre la rentabilidad de los bancos, que el BCE ha adelantado hoy, asegura que los bancos con rendimientos más bajos se encuentran en los países más afectados por la crisis de endeudamiento soberano, incluidos España e Italia, y en Alemania.

Los bancos de estos países están muy representados en el grupo de bancos con rendimientos bajos en relación con su cuota en el número total de instituciones significativas.

Los bancos con un número mayor de créditos problemáticos, más del 20% entre 2015 y 2018, tienen una rentabilidad baja porque la gestión de estos activos problemáticos crea costes más elevados y da como resultado un ratio de eficiencia más elevado.

La mayor parte de estas entidades se encuentra en los países más afectados por la crisis de endeudamiento cono Grecia, Italia, Chipre y Portugal, añade el informe de estabilidad financiera del BCE.

De Guindos hizo hincapié en que «la política monetaria apoya a la actividad económica» y que «sin esto los volúmenes de préstamo de los bancos hubiera sido notablemente más bajos y los costes de provisiones substancialmente más elevados».

«Estos factores, junto con el aumento en el valor de los activos, han compensado extensamente el impacto negativo de los bajos tipos de interés en los márgenes sobre los intereses netos», dijo de Guindos.

Además, la reciente introducción de un sistema de dos tramos para la remuneración de las reservas «ayudará a mitigar el coste de los tipos de interés negativos para los bancos», apostilló el antiguo ministro de Economía español.

Demasiados bancos

El ahora vicepresidente del BCE enfatizó que «hay demasiados bancos» en la zona del euro y que «muchos de ellos tienen cuotas de mercado bajas y están bajo altas presiones competitivas».

También dijo que otra dimensión importante del exceso de capacidades son los altos ratios de eficiencia de muchos bancos, que actualmente se sitúan en el 66% de media y son elevados en comparación con otros bancos en EEUU y los países nórdicos.

De Guindos señaló que muchos bancos tienen espacio para ajustar sus modelos de negocio y mejorar su rentabilidad.

Análisis del BCE han visto que los bancos con los mejores resultados han diversificado sus fuentes de ingresos, mejorado la eficiencia sobre sus costes e invertido en tecnologías digitales.

También dijo que los bancos pueden realizar fusiones y adquisiciones para mejorar sus resultados.

En este sentido, de Guindos consideró que las fusiones transfronterizas tendrían «un beneficio adicional de mejora de la diversificación de riesgo y esto daría como resultado una rentabilidad más resistente».

Por ello «los legisladores deben quitar los obstáculos a las fusiones y adquisiciones transfronterizas, promover una integración mayor y proseguir la agenda de la unión europea», según el vicepresidente del BCE, que también destacó que la composición de las exigencias de capital debe ajustarse para que los colchones de capital anticíclico tengan más importancia.

Los bancos deben acumular estos colchones de capital anticíclico durante las fases expansivas del ciclo crediticio para poder absorber pérdidas en fases recesivas del ciclo con el fin de que el impacto de la caída de la financiación bancaria sea menor en tiempos malos.