Giro de 180º en el pago de las pensiones: el cambio que van a notar los jubilados en marzo

El sistema de pensiones en España ha vivido un comienzo de año movido, con subidas esperadas y un cambio inesperado que podría afectar a millones de jubilados. A principios de 2024, los pensionistas recibieron su prestación con el incremento correspondiente: un 2,8% para las contributivas y entre un 6% y un 9% en las no contributivas. Sin embargo, la reciente decisión del Congreso de tumbar el decreto-ley que regulaba estas subidas dejaba en el aire la continuidad de estas mejoras. Si no se toma una medida extraordinaria antes de marzo, podría darse la situación de que las pensiones vuelvan a los importes de 2024.

Este cambio ha generado preocupación en los más de diez millones de pensionistas que dependen de estas prestaciones para su día a día. Aunque el Gobierno podría intervenir con una solución rápida, el panorama económico y político actual no deja claro qué sucederá en las próximas semanas. Lo que es seguro es que marzo será un mes clave para saber si las pensiones mantendrán su incremento o si los jubilados tendrán que enfrentarse a una reducción inesperada.

Giro de 180º en el pago de las pensiones

La subida inicial de las pensiones en 2024 supuso una mejora notable en los ingresos de los jubilados. Según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la pensión media en España ascendió a 1.296,23 euros mensuales, un incremento de 35,30 euros respecto al año anterior. En el caso de las pensiones de jubilación, la media pasó de 1.448,77 euros a 1.489,33 euros, con un aumento de 40,56 euros al mes.

Por otro lado, la pensión media de incapacidad permanente subió hasta los 1.198,24 euros mensuales, la de viudedad alcanzó los 923,98 euros y la de orfandad llegó a 517,39 euros. Estas mejoras parecían consolidar el poder adquisitivo de los pensionistas, pero la incertidumbre en el Congreso podría dar un giro inesperado a la situación.

¿Qué pasó con la reforma de las pensiones?

El objetivo del Gobierno con la última reforma de las pensiones era garantizar que las prestaciones mínimas aumentaran por encima del IPC, siguiendo las recomendaciones del Pacto de Toledo. La idea era que las pensiones mínimas contributivas alcanzaran el 60% de la renta mediana de un hogar con dos adultos para 2027.

Para lograrlo, la referencia principal era la pensión mínima de jubilación con cónyuge a cargo, que experimentaría incrementos progresivos. Sin embargo, con la caída del decreto-ley que respaldaba esta reforma, el calendario podría verse alterado, generando incertidumbre sobre cómo y cuándo se aplicarán las futuras subidas.

¿Cuánto cobrarán los pensionistas en 2025?

Uno de los puntos clave de esta reforma también afecta a la renta garantizada, es decir, la cantidad mínima que percibirán los pensionistas en función de su situación familiar y económica. Para 2025, se han establecido las siguientes cuantías:

Para un beneficiario individual, la renta garantizada se fija en 658,81 euros al mes. Esta cantidad aumenta un 22% si el perceptor tiene una discapacidad igual o superior al 65%.

Para unidades de convivencia, los importes varían según el número de miembros:

• 856,46 euros para un adulto con un menor o dos adultos.
• 1.054,10 euros para un adulto con dos menores, dos adultos con un menor o tres adultos.
• 1.251,75 euros para un adulto con tres menores, dos adultos con dos menores o tres adultos con un menor.
• 1.449,39 euros para familias con más miembros, como un adulto con cuatro o más menores o cuatro adultos con un menor.

Estas cifras estaban previstas dentro de la revalorización de las pensiones, pero ahora dependen de lo que suceda próximamente. Si el Congreso y el Gobierno no llegan a un acuerdo, los pensionistas podrían recibir menos dinero del esperado en marzo.

¿Qué se espera en marzo?

Ante este panorama incierto, los jubilados están atentos a las decisiones que se tomen en el Consejo de Ministros. Si el Ejecutivo no aprueba una medida alternativa que garantice la revalorización de las pensiones, la nómina de marzo podría reflejar un recorte inesperado en los ingresos de millones de pensionistas.

El futuro de las pensiones sigue en el aire, y aunque las reformas planteadas buscan asegurar la estabilidad del sistema, la falta de consenso político podría retrasar o incluso frenar estos avances. Mientras tanto, los jubilados esperan con incertidumbre el desenlace de esta situación, que podría marcar un antes y un después en el sistema de pensiones en España.

Más allá de las cifras y decisiones políticas, lo que está en juego es la calidad de vida de millones de personas que dependen de su pensión para cubrir sus necesidades básicas. Con el aumento del coste de la vida y la inflación afectando el bolsillo de los ciudadanos, una reducción en las pensiones supondría un duro golpe para muchos hogares.

El compromiso con la sostenibilidad del sistema de pensiones es clave para evitar que estos cambios afecten negativamente a los jubilados. La estabilidad en las prestaciones y la certeza sobre su evolución en el tiempo son esenciales para que los pensionistas puedan planificar su futuro con tranquilidad. Marzo será un mes decisivo, y las medidas que se adopten marcarán el rumbo del sistema de pensiones en los próximos años.