Francia construirá submarinos para Australia por 35.000 millones de euros
El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, anunció este martes que la empresa francesa DCNS será la encargada de construir doce submarinos para el ejército australiano.
Uno de los motivos por los que se escogió a Francia fue que ya que «la oferta francesa cuenta con las mejores capacidades para responder a las necesidades únicas» de su país.
En febrero, el país anunció una importante ampliación de su presupuesto militar para hacer frente a los desafíos geopolíticos de la región.
Aliada de Filipinas, Australia está preocupada por la actitud de China en el mar de China Oriental, objeto de discordias territoriales entre Pekín y los países de la región.
DCNS, especialista del sector naval de defensa, propiedad del Estado y del grupo Thalès, competía con el alemán ThyssenKrupp Marine Systems (TKMS) y con un consorcio encabezado por Mitsubishi Heavy Industries, que contaba con el respaldo del gobierno japonés.
DCNS proponía una versión a propulsión de su submarino Barracuda, frente al Type 126 de ThyssenKrupp y al Soryu japonés.
El llamado «contrato del siglo» es el pedido militar más importante jamás realizado por Australia. DCNS construirá 12 submarinos oceánicos de más de 4.000 toneladas para remplazar los actuales Collins que funcionan con diésel y electricidad.
Los doce submarinos serán «las naves más sofisticadas construidas en el mundo», aseguró Turnbull en una rueda de prensa. Los sumergibles se construirán en la ciudad australiana de Adelaid y no entrarán en servicio hasta 2027.
Los submarinos australianos operan en diversas zonas geográficas, desde las aguas heladas del sur hasta los trópicos, por lo que necesitan resistencia para las diversas condiciones geográficas y oceanográficas en las que son desplegados.
La política de China en el mar de China Oriental fue clave en la decisión. China está realizando enormes operaciones de terraplenado de islotes, transformando arrecifes coralinos en puertos, pistas de aterrizaje e infraestructuras diversas.
Para Australia, elegir a Japón para construir los submarinos implicaba el riesgo de irritar a China, aunque muchos expertos afirman que el país no tenía experiencia suficiente para exportar su tecnología.
«Hicimos nuestro mejor esfuerzo y esta decisión es lamentable», declaró a la prensa el ministro japonés de Defensa, Gen Nakatani. «Vamos a pedirle explicaciones a los australianos», agregó.
Por su parte, la presidencia francesa celebró la decisión en un comunicado. «Este nuevo éxito generará puestos de trabajo y desarrollo en Francia y en Australia», afirmó el ejecutivo francés, que tiene como prioridad la lucha contra el desempleo.