Inversión

Fondos como Blantyre, ASG o Arcano peinan el mercado de Canarias para comprar hoteles y transformarlos

Multitud de fondos de inversión extranjeros y nacionales peinan el mercado de Canarias con la intención de comprar hoteles en dificultades, pero por el momento los vendedores se resisten a las rebajas espectaculares en el precio que piden.

Blackstone
Blackstone

Una pléyade de fondos de inversión internacionales y nacionales ‘peinan’ el mercado de las Islas Canarias en busca de oportunidades dentro del sector hotelero. Se trata de grupos internacionales como Blantyre, ASG, Zetland Capital, Aquila Capital o Batipart que llevan meses enviando a sus emisarios para reunirse con propietarios locales de hoteles que buscan dar salida a los activos que tienen y que actualmente permanecen en su mayoría cerrados.

Otros fondos como Blackstone designaron en 2019 a directivos como Óscar Ramos con el objetivo de gestionar directamente los activos hoteleros que tienen en Lanzarote y son algunos de los fondos con más actividad en las islas. Por su parte, otros fondos españoles como Arcano también están interesados en la región así como NK5, conformado por directivos ex Arcano y especializada ante todo en el reposicionamiento de activos hoteleros.

Cambiar el mercado

Los objetivos de los fondos internacionales son casi siempre adquirir el activo hotelero actualmente en desuso por el colapso del turismo por la pandemia del coronavirus, realizar una reforma del inmueble en caso de que no se haya realizado y dar el ‘pase’ a una cadena hotelera internacional para que lo gestione. Canarias es un destino de primer nivel y con muy buena valoración entre los clientes especialmente del norte de Europa, pero apenas tiene presencia de grandes cadenas internacionales. Y en el sector hotelero se tiene muy claro que el futuro del sector hotelero en España, al igual que ya ocurre en muchos de los mercados internacionales, se escribirá con muchos menos hoteles independientes y tendrá que dar entrada a grandes que todavía no tienen en nuestro país una presencia acorde a su tamaño internacional: los Marriot, Hilton, Accor o Starwood.

A 40.000 euros la habitación

Los precios todavía son caros para lo que los fondos quieren pagar. Según aseguran fuentes del mercado, aunque los precios varían según la zona y el estado del inmueble, se buscan precios de 40.000 euros por habitación a la hora de adquirir un inmeuble. En el caso de que sean reformados y con un buen posicionamiento pueden llegar a 100.000 euros la habitación. «Al final hay mucha demanda de fondos y no tanta oferta, los fondos están como locos buscando adquirir activos porque saben que el negocio hotelero tiene mucho margen, que hay hoteles que incluso están ganando ahora mismo dinero con un 15% de ocupación», cuenta a este periódico una fuente acreditada del sector.

De hecho, la multiplicación de fondos interesados en entrar en hoteles hace que los nuevos tengan que competir con fondos que ya están establecidos. Aunque buscan las sitauciones en que los hoteleros estén a punto de quebrar, esto también es difícil porque los últimos años en Canarias han sido de récord absoluto de beneficios y las cadenas aún tienen caja para aguantar meses más incluso hasta después del verano o más allá. 

Un destino que sufrirá

Al contrario que las Islas Baleares, donde los inversores creen que la recuperación puede ser más rápida por las características propias del mercado, y donde grandes cadenas como Four Seasons entraron en diciembre adquiriendo un hotel de Barceló en el cabo de Formentor, en Canarias apenas hay todavía grandes cadenas internacionales.

Grandes grupos hoteleros canarios, como Lopesan o Grumasa, tienen una penetración muy buena en la zona y buena relación con las autoridades políticas locales, pero se enfrentan a un futuro donde desde las consultoras se piensa que sin asociarse con una marca internacional, tendrán más difícil atraer al público extranjero y relanzar sus destinos. 

Para tocar a estos y otros grupos locales, los fondos han creado equipos de ‘private equity’ con el objetivo de entrar en el mercado de real estate hotelero, un mercado vacacional en el que se busca el efecto rebote: que las vacunas vayan rápido, la pandemia remita como algunos están apuntando e incluso en verano pueda viajarse con algo parecido a la normalidad, asegura a este perióico Ivar Yuste, socio de PHG Hotels & Resorts.

Las previsiones en Canarias hablan de una economía especialmente castigada por sus condiciones de ultraperiferia y porque su negocio turístico ha estado y sigue especialmente ligado a los turoperadores extranjeros, que cuando refloten la actividad optarán por llenar primero los hoteles que ya tienen en las islas, sin repartir clientes hacia el resto por el momento.

Según el Banco de España ha publicado esta misma semana, el PIB de Islas Baleares cayó un 27% en 2020, seguido por un 21% de la provincia de Las Palmas de Gran Canaria (Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura) y un 19% en Santa Cruz de Tenerife (Tenerife, La Palma, La Gomera y el Hierro). La recuperación, sin embargo, se espera más rápida en Baleares que en Canarias para el sector turístico.

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