Economía
plan verde

Feijóo propone un plan de transición ecológica alternativo con plazos más largos para nucleares y coches

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, cuenta con un plan de transición ecológica alternativo al diseñado por el Gobierno de Sánchez. Este consiste en reformular los plazos para conseguir los objetivos tanto en las fuentes de energía precisas para abaratar el precio de la luz como en todo aquello que afecta a la nueva movilidad a través del coche eléctrico. En lo que respecta a la energía, el líder popular considera prioritario agilizar los procedimientos administrativos para la instalación nuevas plantas eólicas y solares, así como favorecer la explotación del hidrógeno (en lo que este Gobierno no está haciendo nada), y el uso del bombeo reversible para aprovechar la capacidad de generar potencia de los ríos y corrientes de agua dulce.

Feijóo también considera una prioridad el alargamiento de la vida de las actuales centrales nucleares, en consonancia con la nueva estrategia adoptada por la mayoría de los países europeos con motivo de la guerra de Ucrania y después que el Parlamento de Estrasburgo decidiera incluir esta fuente de suministro en la categoría de ‘verde’. Según Feijóo, esta es una decisión que habría que adoptar lo más rápidamente posible porque se precisa al menos de un periodo de tres años para que las centrales puedan abastecerse eventualmente de uranio y cumplan con todos los requisitos de seguridad establecidos por las autoridades. «Hay que replantear los hitos de la transición y no renunciar a ninguna de las fuentes potenciales de suministro», asegura con insistencia el responsable del PP.

En esta misma dirección, Feijóo propone abrir un debate sobre la técnica del fracking. Actualmente prohibida en Europa y en España, los populares creen que «estamos siendo incoherentes importando gas de Estados Unidos que se consigue a través de esta técnica y, por tanto, renunciando a ser competitivos. Al menos deberíamos conocer los recursos de gas con que cuenta nuestro país, qué supondrían como fuente de suministro adicional -de existir bolsas explotables de gas- y luego iniciar una discusión pública al respecto».

El presidente del PP es igualmente partidario de suspender, o como mínimo de rebajar, los derechos de emisión de CO2, que están suponiendo un coste insoportable para las empresas, mermando la competitividad de nuestra industria respecto a otros países extra europeos. En lo que respecta a la movilidad, Feijóo también difiere de los objetivos planteados por el Gobierno de Sánchez para el final de los automóviles de combustión y la entronización del coche eléctrico.

En la inauguración de la asamblea anual de Ganvam -la asociación nacional de vendedores de coches y de reparadores de vehículos-, celebrada el miércoles pasado, afirmó: «Nos parece un error estar impulsando exclusivamente el vehículo eléctrico porque la mayoría de los ciudadanos no puede comprarlo y además no tenemos estaciones electrolineras desplegadas para poder utilizar esta tecnología con eficacia». «Muchas de las medidas que se han implementado tienen un sesgo ideológico y escaso sesgo tecnológico. Lo hemos oído en otros ámbitos, como el de la energía, en el que la ideología se ha impuesto a la tecnología y el Gobierno ha decidido acabar con bastantes fuentes de energía que funcionaban en España y ahora tenemos una energía incompatible con la mayoría de la industria. Incompatible, sin duda, con todas las empresas electro intensivas, pero también incompatible con las panaderías, con las tiendas, con los que venden congelados y otros productos en los que la energía es básica para el mantenimiento del producto o para la formación y el inicio del propio producto», aseguró.

De acuerdo con su análisis para la transición ecológica, «lejos de trabajar en una transición energética ordenada y planificada estamos llenos de intransigencia energética y de ruptura del sistema actual camino de un modelo que todavía no tenemos. Y es lo mismo que está pasando con el sector de la automoción. Nos estamos empeñando en vender vehículos eléctricos y no nos estamos empeñando en retirar de las carreteras vehículos de más de entre 10 y 15 años, que esos sí que polucionan, y deberíamos retirarlos de la carretera de forma inmediata para hacer la transición de forma ordenada y cambiar los motores de combustión viejos por motores de combustión nuevos e ir poco a poco transitando hacia las emisiones cero».

Y en el sector de la transición ecológica y la automoción, «lo que proponemos también es rebajar la fiscalidad asociada al incremento del impuesto de matriculación, solicitar la moratoria de las medidas del Comité de Expertos en fiscalidad verde, que incrementa la carga fiscal sobre los combustibles, y valorar el rebajar el Impuesto Especial de Hidrocarburos, con una moratoria de aplicación mientras mantengamos esta profunda crisis energética», afirmó.