Economía
OPA GRIFOLS

La familia Grifols pide a Brookfield una ampliación de capital pero el fondo busca quedarse la compañía

  • Jose de la Morena
  • Jose de la Morena, periodista especializado en economía desde hace más de 15 años, desarrolla su labor en el campo de la comunicación desde el prisma de las tendencias, los números y resultados de las distintas compañías. Una tarea que le ha llevado a conocer a fondo el mundo empresarial. Ha trabajado también en comunicación corporativa y como asesor para distintas marcas internacionales e institucionales.

Grifols está viviendo horas decisivas para su futuro y lo hace, como siempre, ligado al futuro de la familia propietaria de la empresa. Sus movimientos contables y los líos patrimoniales mezclando empresa y familia le han dado demasiados quebraderos de cabeza desde que el fondo de análisis Gotham City aseguró que la compañía no valía nada, y ahora trata de dar la vuelta a la situación.

Fuentes de la negociación aseguran a OKDIARIO que el escollo entre la familia Grifols y el fondo canadiense Brookfield no está en el fondo, sino en las formas. El fondo es lanzar esa OPA conjunta, pero las formas difieren mucho.

Brookfield quiere una operación de compra, haciéndose con la deuda de Grifols y firmando una «garantía de acciones». Fuentes financieras desvelan que esa garantía consistiría en que, si tras la OPA el precio de la acción no remonta hasta un precio determinado en los próximos dos años, «Grifols podría decidir no recomprar a Brookfield su parte, pero el fondo haría efectivas las garantías y cambiaría el montante impagado por acciones de la familia».

Grifols desdeña esa opción, porque entienden que, de no cumplirse determinados movimientos en el mercado -imposibles de controlar-, la realidad es que perderían por completo el control de la compañía en manos de Brookfield. Lo que busca Grifols es una ampliación de capital a la que no tenga que hacer frente.

Según apuntan las fuentes, Grifols trata de implementar una ampliación de capital «a la que no acudan ellos -por lo que recibirían dinero aunque perdieran porcentaje del capital-, y en la que se compren, además, las participaciones de terceros por parte de Brookfield». Una forma de «empatar» en posicionamiento dentro de la compañía y, de paso, lograr liquidez.

Con esa liquidez, la familia Grifols quiere saldar el problema de los «activos cruzados con el holding familiar Scranton» cuando la CNMV publique las conclusiones del informe en que trabaja. A este tipo de operación apuntó ya OKDIARIO hace tres meses, tras desvelarse la investigación del regulador ante informe publicado por Gotham City.

La OPA vista como un rescate

El problema de toda esta operación, lo que está derribando la acción de la compañía, es similar al que se produjo tras las noticias que publicó este diario. Los accionistas -que no son la familia Grifols- no ven esta operación como una forma de afrontar nuevos retos ni de sanear algunas partes para crecer. Ven la operación como «un rescate a una empresa a la que un informe externo ha hecho mucho daño, porque no se han refutado con datos los problemas patrimoniales que entremezclan activos de Grifols con los de la propia familia».

La operación de la que se ha llegado a hablar en la sombra es que Brookfield compre entre 12 y 14 euros la acción -cerró ayer en 9,66 euros por título- y adquiera el compromiso de la familia Grifols de recompra en 2026 a un precio entre 22 y 24. Se haría a través de «un convertible, y permitiría añadir las garantías» que Brookfield pide para llevar a cabo la operación.

«Brookfield aprieta», explican las fuentes cercanas a las negociaciones, «porque cree que existe una verdadera necesidad de liquidez en Grifols».

Esas mismas fuentes, así como los expertos consultados, aseguran que una operación así es imposible. Ni querría «la CNMV, que tiene que dar el visto bueno a todo», ni tampoco «los accionistas que han comprado por encima de ese precio» y que no verían con buenos ojos este tipo de movimientos.

El ataque de Gotham y la CNMV

La investigación de la CNMV, liderada por Rodrigo Buenaventura, tras el informe publicado por Gotham City sigue su curso. Quedan aún algunas semanas para que tenga que pronunciarse el regulador bursátil, y de sus conclusiones dependerá el capital que necesita la compañía para «devolver los activos al balance que corresponda, pagar las multas que se puedan derivar y, por supuesto, sanear los agujeros que todo esto deje».

A la salida de una jornada sobre pos-contratación organizada por Cecabank, el jefe de la CNMV ya advirtió de que han pedido nuevas aclaraciones e informaciones complementarias a la empresa catalana de hemoderivados y que, por tanto, precisaban de más tiempo para concluir su investigación.

«Los acabamos de recibir hace pocos días y todavía requerimos unas semanas más», explicó Buenaventura.

Como ha venido informando OKDIARIO, desde que la firma bajista Gotham City Research publicase el pasado 9 de enero un informe en el que acusaba a la compañía catalana de maquillar sus cuentas, Grifols ha perdido cerca de la mitad de su capitalización bursátil. La situación se agravó por la presentación de sus cuentas anuales sin auditar por KPMG y por unas previsiones de cash flow muy inferiores a las esperadas por los analistas.