Economía
Calefacción

Los expertos revelan las mejores opciones para calentar tu casa sin gastarte un dineral

El invierno se acerca y muchos hogares se plantean cómo calentar su casa de forma eficiente y económica. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el coste anual de la calefacción puede variar mucho según el tipo de sistema que se elija. Por eso, es importante conocer las ventajas e inconvenientes de cada opción de modo que nada como hacer caso a los expertos, que revelan cuáles son las mejores opciones para calentar tu casa sin gastarte un dineral.

Las mejores opciones para calentar tu casa sin gastarte un dineral

Si deseas calentar la casa este año pero sin necesidad de gastar demasiado, es importante seguir los consejos de los expertos que nos ayudarán a encontrar la mejor opción que se adapte a nuestras necesidades y presupuesto. Y entre las distintas que podemos encontrar, estas son las opciones más habituales y también te explicamos lo que dicen los expertos de ellas.

La bomba de calor y la estufa de pellets

Las ponemos juntas porque para los expertos de la OCU, la bomba de calor y la estufa de pellets son las dos opciones más económicas. La OCU ha calculado que estos dos sistemas son los que tienen un menor coste anual para calentar una vivienda de 90 m2 en una zona fría, unos 545 euros al año en el caso de la estufa de pellets y unos 560 euros al año en el caso de la bomba de calor.

La estufa de pellets quema biomasa, como restos de madera o huesos de aceituna, lo que la convierte en una opción sostenible y renovable. Sin embargo, necesita un espacio para almacenar el combustible y un conducto para evacuar los humos. La bomba de calor intercambia energía con el exterior para calentar o enfriar la vivienda, lo que la hace muy versátil y eficiente. No obstante, su rendimiento puede disminuir con temperaturas muy bajas y necesita electricidad para funcionar.

Los radiadores eléctricos

Los radiadores eléctricos en cambio, son los que tienen un mayor coste anual para calentar una vivienda, según la OCU. Unos 1.500 euros al año en una zona fría para una vivienda de 90 m2. Esto se debe a que consumen mucha electricidad para generar calor y a que el precio de la electricidad es muy alto en España. Además, no son muy eficientes, ya que solo calientan el espacio donde están ubicados y no distribuyen el calor por toda la casa.

La caldera de gas

La caldera de gas es el sistema de calefacción más utilizado en España, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Se estima que hay unos 11 millones de calderas de gas instaladas en los hogares españoles. La caldera de gas quema gas natural, butano o propano para calentar agua que circula por un circuito de radiadores o suelo radiante. Su coste anual para calentar una vivienda de 90 m2 en una zona fría es de unos 900 euros al año, según la OCU. Su principal ventaja es que ofrece un buen confort térmico y una buena producción de agua caliente sanitaria. Su principal inconveniente es que emite gases contaminantes a la atmósfera y necesita un mantenimiento periódico.

Los sistemas eléctricos

Dentro de los sistemas eléctricos hay una gran variedad de opciones, como la estufa de butano, la de parafina, las halógenas, los radiadores de aceite, los convectores o los calefactores. Todos ellos funcionan con electricidad, pero tienen diferentes formas de generar y distribuir el calor. Su coste anual para calentar una vivienda depende del tipo de sistema, del uso que se le dé y del precio de la electricidad. Algunas ventajas comunes son que son fáciles de instalar y transportar y que no necesitan conductos ni chimeneas. Algunos inconvenientes comunes son que consumen mucha electricidad, que no son muy eficientes ni ecológicos y que pueden resecar el ambiente o provocar riesgos eléctricos o incendios.

Como se puede ver, son muchas las opciones que tienes para calentar la casa. Para elegir una, lo ideal es comparar las diferentes alternativas disponibles en función del clima, del tamaño y del aislamiento de la vivienda, del número y hábitos de los habitantes, del acceso a las redes o suministros energéticos y del presupuesto disponible. Así se podrá elegir el sistema más adecuado para cada caso y disfrutar del invierno con confort y ahorro.