Economía
sánchez se niega a bajar el IVA de la luz

Comprar un Rolex cuesta en España el mismo 21% de IVA que encender la plancha

El Gobierno de Pedro Sánchez se niega a bajar el IVA de la electricidad pese a que el incremento del precio del megawatio ha disparado la factura mensual para miles de españoles y también la inflación, que en mayo ha cerrado en el 2,7% interanual. Sánchez culpa a Bruselas de no poder bajar este impuesto a la energía, lo que significa que en España comprarse un Rolex o un Cartier cuesta lo mismo que encender la plancha, un 21% de IVA.

Esto convierte a España en uno de los países de Europa con el IVA más alto para la electricidad, elemento no considerado por el Gobierno de primera necesidad. En Francia es un 20%, mientras que en Italia es de un 6% y en Alemania, el 19%. Hasta doce países de Europa tienen la tasa de IVA más baja que España.

El Gobierno ha asegurado que Bruselas les vigila y les prohíbe abusar del IVA superreducido, un 4%, por lo que no está en sus planes reducir este impuesto pese al precio que ha vuelto a marcar en mayo -ya se disparó en enero por la borrasca ‘Filomena’-. De hecho, el Ejecutivo ya se negó durante meses a reducir el IVA de las mascarillas alegando que Bruselas se lo prohibía, algo que posteriormente la propia Comisión aclaró que no era cierto.

En lugar de reducir el IVA a los niveles europeos, el Gobierno ha aprobado una nueva factura de la luz que obliga a los ciudadanos a utilizar los electrodomésticos a altas horas de la noche para poder ahorrar, y tiene previsto aprobar este martes una nueva ley para quitar a las eléctricas parte de la remuneración que cobran actualmente las nucleares y las centrales hidráulicas.

Productos más baratos

En España, la luz está dentro de los productos que pagan el llamado IVA generalizado, el 21%. Se trata de todos los servicios salvo los productos básicos, como el pan, la harina, huevos, leche y comida en general que están dentro del IVA superreducido, un 4%. Además, en este apartado se encuentran los libros y revistas, medicamentos, implantes para minusválidos, viviendas de protección oficial y teleasistencia y productos de ayuda a domicilio.

Además, hay otros productos por los que se paga un 10% de IVA, el llamado reducido. Se trata de alimentos para animales; agua para el riego o para la alimentación humana o animal; aparatos y complementos para suplir deficiencias físicas del hombre o animales, incluidas las gafas y lentillas; productos, instrumental o equipos destinados a prevenir, diagnosticar, tratar, aliviar o curar enfermedades o dolencias del hombre o animales; viviendas, y sus plazas de garaje y anexos; servicios de transporte de viajeros y equipajes; hostelería, acampamiento, balneario, restaurantes y el suministro de comidas para consumir en el acto; obras de renovación y reparación en viviendas; y arrendamientos con opción de compra de vivienda.