China apuesta por el diálogo con EEUU y anuncia que no tomará más represalias
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El Gobierno de China ha expresado su oposición a una escalada de la guerra comercial con Estados Unidos, así como su voluntad de resolver las diferencias entre ambos países a través del diálogo, subrayando que la respuesta de Pekín a la última andanada de aranceles descargada por Washington «es suficiente», lo que aleja el temor a nuevas represalias chinas tras el endurecimiento de las medidas proteccionistas que EEUU implementará a partir del domingo.
«China ya ha indicado su postura», ha señalado en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Comercio de China, Gao Feng. «Nos oponemos decididamente a la escalada de la guerra comercial y estamos dispuestos a resolver el problema mediante la consulta y la cooperación en una actitud tranquila», ha añadido.
El funcionario chino ha señalado que una escalada de la guerra comercial no es propicia para China, ni para Estados Unidos, ni para los intereses globales «e incluso puede tener consecuencias desastrosas para el mundo».
«Si alguien quiere forzar el desacoplamiento de China y EEUU, el resultado perjudicará a otros, no solo dañará seriamente los intereses de las empresas y personas, sino que también amenazará la seguridad de la cadena de suministro global y pondrá en peligro el comercio internacional y la economía mundial», ha alertado el funcionario.
En este sentido, Gao Feng ha confirmado al ser cuestionado sobre los contactos telefónicos que Donald Trump reveló este lunes durante la cumbre del G7 que «los equipos económicos y comerciales de ambas partes siempre han mantenido una comunicación efectiva».
«En la actualidad, lo más importante es crear las condiciones necesarias para que las dos partes continúen las consultas», ha asegurado.
La crisis comercial entre las dos mayores economías mundiales alcanzó el pasado viernes nuevas cotas de tensión, después de que China anunciase la imposición, a partir del próximo 1 de septiembre, de aranceles adicionales de entre el 5% y el 10% sobre 5.078 productos procedentes de EEUU por un valor agregado de 75.000 millones de dólares (67.732 millones de euros) en respuesta a las últimas medidas proteccionistas anunciadas desde Washington.
El contraataque chino desató la ira del presidente de EEUU, quien ese mismo día anunció a través de su perfil en la red social Twitter que «los 300.000 millones de dólares restantes de bienes y productos procedentes de China, que estaban sujetos a aranceles del 10% a partir del 1 de septiembre, ahora tributarán al 15%».
De hecho, la Oficina del Representante Comercial de EEUU ha realizado ya los trámites burocráticos para imponer desde el próximo 1 de septiembre y el próximo 15 de diciembre este arancel adicional del 15% sobre una lista de productos chinos por valor de 300.000 millones de dólares (270.746 millones de euros), en vez del 10% inicialmente previsto.
El documento sostiene que tras el anuncio por parte de EEUU de la imposición de aranceles a 300.000 millones de dólares en importaciones chinas a partir del próximo 1 de septiembre «China respondió anunciando nuevos aranceles sobre productos de EEUU desde el 1 de septiembre».
«En resumen, en lugar de abordar los problemas subyacentes, China aumentó los aranceles y adoptó o amenazó con represalias adicionales para proteger aún más sus actos, políticas y prácticas irracionales identificados, lo que resulta en un mayor daño a la economía de los EEUU», señala.