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La CEOE rechaza la reforma de pensiones: «Implica más años de trabajo, más impuestos y menos pensión»

Los empresarios han rechazado la reforma de las pensiones acordada por el Gobierno con Bruselas porque «implica más años de trabajo, más contribución impositiva y menos pensión», según un comunicado conjunto publicado por CEOE, Cepyme y ATA en el que subrayan su «frontal oposición» al texto que les ha presentado este viernes el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.

La reforma de las pensiones pactada por el Gobierno con Bruselas incluye la ampliación del periodo de cálculo de la jubilación de 25 a 29 años, con la posibilidad de quitar los dos peores. Estos dos sistemas convivirán durante 20 años. Además, prevé subir las pensiones contributivas y no contributivas más bajas hasta alcanzar el 60% de la pensión media.

Para pagar esos aumentos, y el de ligar las subidas al IPC, el Gobierno va a subir de nuevo las cotizaciones sociales a empresarios y trabajadores. En concreto, el Mecanismo de Equidad, que ha incrementado este año un 0,6%, subirá de manera progresiva hasta el 1,2% en 2029. 

Los empresarios han puesto el grito en el cielo en un comunicado conjunto. «El sostenimiento del sistema se hace recaer en los trabajadores y las empresas del país mediante una subida generalizada de cotizaciones que mermará los salarios de todos los trabajadores e incrementará los costes laborales poniendo en peligro la creación de empleo. La propuesta que se pretende aprobar, sin perjuicio de un análisis exhaustivo del documento entregado en la reunión, es regresiva en toda su extensión porque implica más años de trabajo, más esfuerzo contributivo y menos pensión», señalan.

Los empresarios critican la «voracidad recaudatoria del Gobierno», y advierten de «medidas populistas» como esta «socavará el esfuerzo de las empresas en las negociaciones salariales, ya que los trabajadores, con mayor carga por el lado de sus cotizaciones, verán absorbidos parte de los incrementos en su retribución».

«Esta propuesta, por último, pone en serio riesgo a las pequeñas empresas y autónomos, que son la mayoría del tejido productivo del país, con menor músculo financiero y con costes crecientes -energéticos, materias primas, financieros, alquileres, hipotecas, fiscales y salariales-, con el consiguiente efecto negativo para la creación de empleo», denuncian.