Economía

Cataluña es la comunidad donde menos fieles marcan la casilla de la Iglesia desde el inicio del procés

Cataluña es la comunidad autónoma en la que menos contribuyentes marcan la X en la casilla de la Iglesia. Una tendencia que se lleva repitiendo en esta región desde el año 2012, hasta convertirse en la comunidad autónoma que menos fieles aportan su dinero a la Iglesia en su declaración de la Renta. 

Así lo muestra el gráfico de los datos de asignación tributaria. Si en el año 2011, un 20,14% de los catalanes decidían sostener a la Iglesia en España a través del 0,7% de sus impuestos, en 2016 (último ejercicio del que se conocen los datos), un 19,21% marcaron la X en favor de la Iglesia católica.

 

 

Sin embargo, lo que ocurre con Cataluña no es un caso aislado. El número de contribuyentes que marcan la X en favor de la Iglesia Católica en su declaración de la renta ha mermado en toda España. En concreto, 234.787 personas menos respecto al ejercicio anterior.

A pesar de que hubo menos contribuyentes que destinaron el 0,7% de sus impuestos a este fin, la Iglesia ha aumento la cantidad total obtenida en este ejercicio, alcanzando los 256,2 millones de euros, lo que supone 7 millones más respecto a 2016.  Un resultado que se explica por la mejora de la situación económica y el aumento en el número de contribuyentes.

El vicesecretario de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Fernando Giménez Barriocanal, reconoce que «se tiene contar mejor lo que hace la institución católica por la sociedad en todos los ámbitos».

Respaldo al 1-O

En el próximo ejercicio se apreciará el verdadero impacto del ‘procés’ en las cuentas de la Iglesia. Y es que, en los últimos tiempos, lejos de evangelizar, una buena parte del clero catalán ha decidido abrazar el golpe independentista.

Desde los más 300 sacerdotes, diáconos y religiosos catalanes que defendieron como algo “legítimo y necesario” votar en el referéndum del 1 de octubre, pasando por aquellos que colocaron lazos amarillos en los templos “como símbolo del compromiso con la autodeterminación que permitirá decidir el futuro del pueblo”.