Economía
MACROECONOMÍA

Carlos Cuerpo reconoce que el crecimiento económico no llega a las familias españolas

  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

El ministro de Economía, Comercio y Empresas, Carlos Cuerpo, ha reconocido este jueves que el crecimiento económico del que presume el Gobierno de Pedro Sánchez no ha afectado a las familias españolas. Así, el político extremeño ha admitido que aún está pendiente que el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) llegue a las familias.

«Vamos bien. La economía española está consiguiendo aguantar en un contexto muy difícil (…), pero no hemos terminado. Tenemos que seguir avanzando y estas cifras macro tenemos que seguir consiguiendo que se trasladen a lo micro, al día a día del ciudadano», ha comentado Cuerpo durante un coloquio de Fundación Alternativa.

En el primer bloque del conversatorio, el ministro ha realizado un repaso de las previsiones macroeconómicas de España, coincidiendo con la reciente presentación del cuadro macroeconómico que sirve de base para el «techo de gasto» de los Presupuestos.

En este contexto, el titular de Economía ha recordado que dicho cuadro incluye una previsión de crecimiento del 2,4% para este año y del 2,2% para 2025, para luego estabilizarse en incrementos alrededor del 2% en 2026 y 2027.

Carlos Cuerpo sobre la economía española

Más allá de las cifras, Carlos Cuerpo ha destacado que se trata de un crecimiento «equilibrado» que no sólo obedece a un patrón de recuperación económica, sino que tiene visos de sostenerse en el medio plazo por la buena evolución del mercado de trabajo, la mayor calidad de este y la moderación progresiva de la inflación.

El ministro también ha comentado que la economía española actualmente tiene la capacidad de financiar hacia el exterior, a diferencia de la situación durante el crecimiento macroeconómico de los años 2000.

Otro elemento destacado por el ministro es la necesidad de que este crecimiento sea compatible con la descarbonización, promoviendo una mayor eficiencia energética en las empresas y, en particular, en la industria. Este enfoque podría proporcionar ventajas competitivas frente a otros países europeos debido al impulso a las energías renovables y el consecuente abaratamiento de la factura energética.

Pero ese crecimiento «equilibrado» del que habla el ministro tiene que ir acompañado de una reducción de la desigualdad: «Si este crecimiento no va acompañado o no tiene esa dimensión de justicia social, de reducción de desigualdad integrada, no va a ser un crecimiento sostenible», ha aseverado Cuerpo.

El sustituto de Nadia Calviño al frente de Economía ha advertido que este es un asunto de relevancia, pues si esas cifras de crecimiento macroeconómico no se notan en los hogares se acaba derivando en un «descontento de las clases sociales» que hace emerger «el populismo» de diferentes posiciones políticas en toda Europa.

Para conseguir que haya menos desigualdad, el ministro aboga porque haya cada vez más gente trabajando y que los trabajos sean mejor remunerados. Cuerpo ha señalado que aunque, según el Banco de España, los hogares han recuperado renta disponible por encima de lo que han subido los precios, «no es suficiente».

«Los hogares tienen esa percepción de que los precios siguen estando muy elevados, aunque haya bajado la inflación», ha apuntado el ministro, que ha remarcado la evolución de los precios, sobre todo en alimentos como el aceite de oliva, con crecimientos de hasta el 70%.

«Tenemos que seguir avanzando. Vamos por buen camino, los datos nos muestran que vamos evolucionando bien, pero no hemos llegado todavía a donde queremos estar», ha remachado el ministro, para recordar que el objetivo del Gobierno es situar la tasa de desempleo estructural de España en el entorno del 8% para el final de legislatura.

A renglón seguido, el ministro ha señalado que otro elemento «particularmente importante» en la búsqueda de esa menor desigualdad es el que tiene que ver con los jóvenes que ni trabajan ni estudian.

Cuerpo ha destacado que el porcentaje de esos ninis ha pasado de un 12,5% en 2018 a un 9,9% en la actualidad, un porcentaje, ha dicho el ministro, que sirve de aproximación a la tasa de paro estructural del país, pues al final es la gente que va a tener más dificultades a la hora de encontrar un empleo.

También ha mencionado que en ese periodo de tiempo la tasa de paro juvenil ha pasado de estar en el 33% al 26%. «Son muy buenas noticias, pero seguimos teniendo el reto de seguir convergiendo a tasas europeas también en términos de desempleo juvenil», ha concluido el ministro de Economía.