Bitcoin; ¡traición consumada!
“La traición se comete muchas más veces por debilidad que por un designio premeditado de traicionar” Fraçois de La Rochefoucauld
Pues una semana más señores, los discursos vuelven a inspirar menos confianza que las acciones, dicho lo cual, reconozco que es curioso lo divertida que a veces puede llegar a ser mi profesión; ¡soy Trader! Allí donde nos dejamos guiar más por nuestras convicciones que por lo racional, porque la razón a menudo nos dice que es imposible.
El trading es como el fútbol, un anhelo profesional convertido en hobbie para la mayoría, o una realidad palpable para un selecto grupo de profesionales que disfrutamos a diario de la mayor fuente de información y riqueza que existe en el mundo; ¡los mercados! Lo que claramente diferencia el hobbie de la profesión es estar definitivamente dentro o fuera, puesto que más allá de lo opinable existe lo indiscutible y la realidad es que aquellos que hacen del trading un hobbie suelen opinar por lo general demasiado… sabiéndose ganadores de la opinión por el mero hecho de ir con la tendencia, y eso es algo que a todos, aunque sea por casualidad, de vez en cuando les pasa, de mi querida bolsa al parecer, todos saben…
Pero uno de los mayores errores que creo que se cometen es provocar un entusiasmo forzado. Uno no elige sus pasiones; las pasiones lo eligen a uno, no lo olviden.
No deja de sorprenderme la capacidad que tienen los mercados de marcar la agenda de nuestra sociedad, tal y como les comentaba la semana en ésta, mi tribuna de opinión, pasando incluso de la ortodoxia del euro pautada por la dureza del Bundesbank, que ha sido traicionada por un BCE que ha tirado por el camino más mundano y vulgar, ¡el del chantaje! Y es que el cortoplacismo de la mayoría tiene mucho que ver con su propia mediocridad, ¿no les parece?
La simplicidad nos lleva a tragarnos las cosas sin contrastarlas, a no tener capacidad de rebatir ni personalidad para preponderar una opinión, por más alejada y cuestionada de la mayoría que esté. Soy consciente de que para muchos ignorar al efecto rebaño y navegar en su contra es una tarea ardua, diría que un placer preparado para pocos… ¡muy pocos! Pero si algo tengo claro, es que las personas que dejan huella en nuestra vida suelen ser gente noble, definida por valores de una franqueza incuestionable y de una firmeza intelectual que les ha alejado, y no poco, de la mediocre conducta de creer que la opinión de los demás siempre prevalece a la propia o lo que es peor, a la de los cercanos.
Esta falta diría empírica de personalidad, es la que fomenta el tan dañino efecto gregario, que en la bolsa se convierte además en un hilo conductor emocional que transporta la ilusión de aquellos que por azar chocan con una burbuja, con la desazón de verse arruinado, no sólo en lo económico, sino lo que es peor, en la ilusión de advertir que aquello que habíamos creído ser o tener, ¡era burda mentira!
Mercado de criptomonedas
Aquí entra en escena el Bitcoin y lo que en enero denominé como; ¡la CriptoBubble! La advertencia de que algo no iba bien, tenía mucho que ver con la excesiva complacencia existente en un mercado no regulado y dominado por principiantes, algunos nuevos ricos venidos a más. Y es que saber de Bitcoins no implica en absoluto saber de mercados, el trading consiste en negociar y los negocios salen bien cuando sabemos alejarnos de las mayorías, y no me parece este el caso.
La incapacidad de poder determinar un valor intrínseco en las criptodivisas faculta que los profesionales del mercado hayamos podido abrir posiciones bajistas a través de un mercado de derivados de Chicago, que en breve nos permitirá hacer dinero en el Ethereum, dinero que está en juego y en posesión de las denominadas “manos de mantequilla” o lo que es lo mismo, en manos de aquel que se ve de pronto poseedor de una fortuna inmerecida y que aunque presuntuoso en sus formas, muy cobarde en esencia
. Y así, como el que no quiere la cosa, ¡la burbuja estalla sin más! Así, arrasa sin piedad a aquellos que a pesar de estar advertidos, quisieron pensar que algunas cosas que vienen dadas, no merecen ser cuidadas. Es posible robar las ideas, pero nadie puede robar su puesta en práctica ni la pasión por ellas. Tenedores de esta información, vivimos y sobrevivimos formando parte de la resistencia, en donde la mesa de negociación de Blackbird Bank juega un papel fundamental, defendiendo nuestra posición bajista sobre esta burbuja, pensando que dicho camino bajista podría solamente haber dado comienzo.
Si nos equivocamos, nuestro botín se cerrará con una subida de un 50% de beneficios consolidados, y si acertamos, que es lo que me temo… podríamos vivir un nuevo episodio de absoluto pánico si vemos cotizaciones por debajo de los 30.000 dólares para la famosa criptodivisa, algo que sin duda se está cociendo y podría marcar de manera definitiva el fin de una traición, la traición de aquellos que construyeron simples castillos en el aire, más por debilidad que por un designio premeditado.
Gisela Turazzini, Founder CEO, Blackbird Bank