Banca

El BCE se plantea imponer un recargo de capital a la banca por sus fuertes posiciones en deuda pública

BCE
Christine Lagarde, presidenta del BCE.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Las importantes minusvalías latentes que tiene el conjunto de la banca española en sus carteras de deuda pública tiene muy preocupado al Banco Central Europeo (BCE). El supervisor europeo plantea tomar varias medidas para evitar una potencial crisis futura provocada por este motivo, entre las que se encuentra imponer un recargo de capital relacionado con las posiciones en bonos de las entidades. Dichas minusvalías van desde 1.500 millones hasta 9.000 millones en función de la entidad.

Así lo aseguran fuentes cercanas al BCE, que explican que esta mayor exigencia de capital puede consistir en una elevación del llamado ratio de apalancamiento -uno de los requisitos de solvencia que deben cumplir los bancos- o bien directamente en un recargo del mínimo de capital en función de las pérdidas latentes de la banca en deuda pública. Con estas medidas, pretendería incentivar al sector para reducir sus posiciones en bonos y el riesgo asociada a las mismas.

En cualquiera de los dos casos, si finalmente el BCE adopta esta medida, supondrá que las entidades tendrán que reforzar sus fondos propios y, en consecuencia, verán reducida su rentabilidad justo ahora que ha alcanzado el coste del capital (si no lo alcanza, los accionistas no rentabilizan su inversión) gracias a la subida de los tipos de interés. La banca llevaba cerca de 10 años con la rentabilidad por debajo de dicho coste debido precisamente a los tipos cero o negativos del BCE.

Además, este mayor requisito de capital llegaría justamente en un momento en que los principales bancos españoles lo están reduciendo mediante recompras de acciones como forma de retribuir a sus accionistas alternativa al dividendo; es decir, los pillaría con el pie cambiado. Una práctica que ha criticado abiertamente la CNMV y sobre la que han pedido prudencia tanto el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, como el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. De hecho, otra posible penalización sería una reducción del pay out (parte del beneficio que se reparte como dividendo), según otra fuente.

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Luis de Guindos, vicepresidente del BCE.

Como ha explicado OKDIARIO, la banca tienen unas enormes cantidades de deuda pública, sobre todo española, en balance; de hecho, han sido los principales compradores en las subastas del Tesoro en los últimos años. Algunas fuentes sostienen incluso que «el BCE los ha usado como testaferros para las inyecciones masivas de liquidez que ha realizado en los últimos años. Una liquidez para la que no había suficiente demanda del sector privado pero sí del público, de ahí que se haya utilizado para comprar deuda del Estado».

Y esas posiciones están perdiendo valor a ojos vistas por la caída del precio de los bonos en el mercado, derivada precisamente de la subida de los tipos oficiales para combatir la inflación y del desmadre de la deuda pública en España. Cuando el rendimiento de la deuda sube (el bono español de referencia a 10 años ha superado el 4% esta semana, niveles de 2014), los precios de los bonos bajan. Según las fuentes, estas pérdidas van desde 1.500 hasta 9.000 millones en función de las entidades.

En principio, estas caídas no van a tener reflejo en la cuenta de pérdidas y ganancias, porque el grueso de estos bonos están en la cartera «a vencimiento» o «a coste amortizado». Las normas contables no exigen que las pérdidas latentes se lleven contra beneficios o contra fondos propios puesto que se van a tener en cartera hasta que venzan (como su nombre indica) y entonces los bancos recuperarán el 100% del principal.

Temor a una crisis de liquidez

Ahora bien, lo que preocupa al BCE es que algún banco tenga que vender esos activos por un problema de liquidez, ya que tendría que hacerlo a los precios actuales y la pérdida correspondiente iría directa a la cuenta de resultados. Y eso puede poner en serios apuros a las entidades debido a la magnitud de las citadas pérdidas latentes.

Eso es exactamente lo que ocurrió en los casos de Silicon Valley Bank o Credit Suisse: tuvieron que vender a toda prisa los bonos que tenían en balance con fuertes pérdidas que no pudieron cubrir, por lo que quebraron. El motivo fue una fuga de depósitos masiva que los dejó sin liquidez, lo que les obligó a poner en el mercado esos títulos de deuda a cualquier precio. En principio, una situación similar es muy remota en España, pero el BCE quiere estar preparado por si llegara el caso. De ahí que se esté planteando estos recargos de capital.

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