BBVA no ve conflicto en financiar a Wallbox y que Carlos Torres sea accionista de la empresa
BBVA no considera que exista conflicto de interés en el hecho de que su presidente, Carlos Torres, sea accionista de Wallbox al tiempo que la compañía recibe financiación del banco. De acuerdo a los registros del regulador del mercado de Estados Unidos, la SEC, consultados por este diario, Torres posee -a junio de este año- 381.006 acciones de Wallbox, la compañía española fabricante de cargadores para coches eléctricos y que cotiza en la Bolsa de Nueva York.
Al igual que el presidente de BBVA, otros conocidos empresarios y fortunas españolas participan en el capital de Wallbox, como el presidente del grupo Gestamp, Francisco José Riberas; el expresidente de Indra, Javier Monzón; la familia Puig, del grupo Puig; la familia de Soler Pujol, dueño del mayor distribuidor de automóviles de Cataluña, Quadis; o Manuel Lao, el ex propietario de Cirsa, la compañía de juego adquirida en 2018 por Blackstone por más de 2.000 millones.
En Wallbox también participa, como uno de los mayores accionistas, la sociedad de capital riesgo Seaya Ventures, fundada por Beatriz González, hija del expresidente de BBVA, Francisco González, y que forma parte del consejo de administración de Wallbox. El grupo Iberdrola es uno de los principales accionistas de la compañía española.
En una reciente entrevista, aparentemente patrocinada por BBVA, publicada en La Vanguardia, uno de los fundadores de Wallbox, Enric Asunción, el consejero delegado de la compañía, responde cuando le preguntan sobre si, en su rápido crecimiento, han contado con algún socio financiero: «Hemos tenido la suerte de encontrar en BBVA Spark un interlocutor que entiende qué es una compañía de crecimiento (…). Esta visión a largo plazo que tiene BBVA Spark nos permite acceder a financiación que seguramente de otra forma sería más compleja o más cara».
El segundo mayor banco español presentó a mediados de este año su nueva filial BBVA Spark, especializada en la financiación de proyectos empresariales innovadores, operativa en España y en México. La división está dirigida por Roberto Albaladejo, uno de los hombres de confianza de Carlos Torres, jefe de su gabinete en el banco hasta el pasado mes de enero.
BBVA también se refiere a Wallbox en algunos de sus documentos públicos, como en el que celebra el Día del Vehículo Eléctrico, donde habla de Wallbox al referirse al punto de recarga de pared de coches eléctricos.
El banco considera que no existe conflicto de interés. «Desconocemos si [Carlos Torres] es o no accionista [de Wallbox], pues es a título personal», señala la entidad a consultas de este periódico. «Toda financiación que otorga BBVA debe cumplir las políticas internas que por supuesto evitan cualquier posible conflicto de interés», indica. «Dicha política es especialmente exigente para consejeros, como es el caso del presidente», añade. La entidad no ha precisado en qué consiste el apoyo financiero otorgado a Wallbox.
Wallbox es posiblemente el unicornio español que mayores expectativas ha generado en muy corto plazo, con una cifra de negocio de 1.000 millones de euros a la vista. El grupo no prevé resultados positivos hasta dentro de un par de años, aproximadamente, y requiere de apoyo financiero para costear la fabricación y venta de sus soluciones para la carga de automóviles eléctricos.
La compañía da empleo ya a más de un millar de personas y cuenta con dos fábricas en Barcelona, una en Estados Unidos, y otra en China, tan solo siete años después de que fuera creada por Enric Asunción, junto a un compañero de estudios, Eduard Castañeda, los dos principales accionistas de Wallbox en la actualidad.