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Los bancos se ahogan, ¿se están pasando de frenada Powell y Draghi?

¡Como han cambiado las perspectivas para la banca en apenas 5 meses! Los que han pasado desde el giro inesperado de Powell hacia un lenguaje más dovish, forzado por la desaceleración económica global y la guerra comercial, aunque sobre todo por un Donald Trump que amenazaba con sustituirle al frente de la Fed con críticas constantes a pesar de ser él quien lo eligió para el cargo.

Por aquél entonces esperábamos tres subidas de tipos para este año 2019, y otras tres para 2020; pero el gobernador de la Fed pareció posteriormente rendirse rebajando expectativas a dos en el conocido como dot plot en diciembre y a ninguna ahora en la reunión de la pasada semana, tras advertir de un enfriamiento de la economía por la guerra comercial. Todo eso después de subir los tipos nada más y nada menos que cuatro veces el pasado año.

Lo mismo ha pasado un poco a este lado del atlántico, donde el BCE ha aplazado cualquier subida de tipos hasta 2020 ante unas perspectivas económicas nada alentadoras, con tres bajadas de previsiones en las últimas cuatro reuniones de por medio, y con entrada en recesión técnica de Italia y estancamiento de Alemania, lo que convertirá a Mario Draghi en el primer presidente de la historia del organismo que termina su mandato sin acometer ni una sola subida en el precio del dinero.

Por el contrario, ha anunciado que probablemente inundarán de liquidez al mercado nuevamente con una nueva barra libre de dinero barato con las conocidas TLTROS y se especula con la posibilidad de retomar el QE en la segunda mitad del año cuando no han pasado ni 3 meses desde que finalizó.

En definitiva, hemos pasado de esperar tres subidas de tasas en EEUU y una en Europa a un «ninguna y ninguna» que sin duda ha ensombrecido y mucho el panorama para una banca que, especialmente en Europa, lleva ya largos años luchando por obtener rentabilidad con una política monetaria ultra-acomodaticia, y que empezaba a ver la luz con altas esperanzas hasta ahora de que hubiese una subida este año. Los márgenes en el sector financiero siguen sin dar para mucho tras largos años de tipos en mínimos en Europa, lo que obliga a las entidades a mover ficha y buscar alternativas para poder sobrevivir en un mercado cada vez más competitivo.

Parece inevitable, por ejemplo, que los bancos españoles sigan reduciendo empleos y oficinas cuando ya lo han hecho en un tercio, se habla de más de 7.000 despidos en el próximo año, o que se produzca una nueva ola de concentración en el sector. Una lata que han abierto en Alemania Deutsche Bank y Commerzbank, pero que pude ser sólo el comienzo de un inevitable proceso que puede reducir de forma considerable el número de entidades, y que está poniendo el foco en España en Bankia, ante las dificultades que está encontrando el gobierno para colocar su participación en el mercado.

Draghi y Powell probablemente se estén pasando de frenada, obligando a los bancos a realizar un nuevo sobre esfuerzo para no salirse de la curva, aunque perder la trazada seguramente será ya inevitable para muchos.