Economía
Informe trimestral de la economía española

El Banco de España ve indicios de que la banca empieza a restringir el crédito

La economía española también empieza a estar preocupada por "la debilidad de las ventas al exterior".

El Banco de España detecta «la aparición de algunos indicios de que las entidades podrían estar comenzando a aplicar criterios más estrictos a la concesión de crédito» para las familias y las empresas. En el informe trimestral del supervisor que se ha publicado este jueves, el organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos hace esta advertencia, a pesar de remarca que por ahora las condiciones financieras son «holgadas».

Según el Banco de España, «a futuro, el ritmo de avance del consumo privado podría experimentar una cierta moderación, a la luz del probable aumento de la propensión de los hogares al ahorro, dado el reducido nivel alcanzado por esta variable, y de la desaceleración del crédito para consumo que ya ha comenzado a observarse». La subida de los salarios podría, en cambio, sostener este componente del gasto.

A esta situación que empieza a generar inquietud sobre el futuro de la economía española, se suma «la debilidad de las ventas al exterior», según el documento. «Las exportaciones de bienes han seguido mostrando un tono desfavorable, influenciadas por la desaceleración del comercio internacional y de la actividad industrial a escala global». El Banco de España cree que el auge del proteccionismo está influyendo en la fragilidad de las exportaciones.

Una rama que está contribuyendo de modo significativo a lastrar las ventas al resto del mundo es el sector del automóvil, afectada desde el pasado verano por diversas perturbaciones, asegura el organismo.

A pesar de estos síntomas, el organismo cree que el Producto Interior Bruto (PIB) mantendría, con una ligera desaceleración, su senda expansiva en el segundo trimestre de 2019. Estima un avance del PIB del 0,6%, frente al 0,7% observado en el primer trimestre de 2019. El aumento del PIB en el segundo trimestre de este año se apoyaría en la demanda nacional, con una aceleración del consumo privado y la inversión en construcción. Esta evolución contrarrestaría la previsible aportación negativa de la demanda externa, para la que, en cualquier caso, se dispone aún de información muy parcial.

Eso sí, el Banco de España detecta «riesgos a la baja de magnitud significativa». Estos proceden, fundamentalmente, del contexto exterior a la economía española. En particular, como se ha apuntado, en las últimas semanas se ha producido un agravamiento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.