Economía
IVA alimentos

Bajar el IVA de los alimentos cuesta sólo 626 millones, un tercio de lo ingresado con los nuevos impuestos

Prorrogar la rebaja del IVA de los alimentos hasta junio sólo tendrá un coste de 626 millones, lejos de lo ingresado por el Gobierno con los nuevos impuestos

El Gobierno presume de que este miércoles va a prorrogar durante seis meses la rebaja del IVA de algunos alimentos, en vigor desde enero de 2023, pese a que el coste para las arcas públicas rondará los 626 millones de euros, el coste que tuvo esta medida en los seis primeros meses de 2023. La cifra es sólo un tercio de lo que ha ingresado el Gobierno por los nuevos impuestos que ha aprobado, el de la banca y las energéticas entre ellos.

Según los informes de recaudación que elabora el propio Ejecutivo a través de Hacienda, el coste para las arcas públicas de la rebaja del IVA de algunos alimentos -no están los más consumidos, como la carne o el pescado, reclamados por el PP- fue de 626 millones de enero a junio de 2023. Hasta noviembre, el coste ha sido de algo más de 1.550 millones.

La cifra ‘perdida’ por Hacienda durante los primeros seis meses del año pasado es apenas un tercio de lo que ingresó el Gobierno por los nuevos impuestos, como reconoce también el Ejecutivo en los informes de recaudación. En los seis primeros meses de 2023, la recaudación por impuestos se incrementó un 5,5% sobre el periodo enero-junio de 2022, 5.288 millones.

De ellos, 1.685 millones se debieron a los nuevos impuestos aprobados por el Gobierno. «Del aumento total, 1.685 millones se deben a la recaudación de los nuevos impuestos, el Impuesto Especial sobre los Envases de Plástico No Reutilizables, el Gravamen temporal energético y el Gravamen temporal de entidades de crédito y establecimientos financieros de crédito», señala Hacienda en su informe de cierre de junio.

Por lo tanto, la decisión del Gobierno de prorrogar seis meses más la rebaja parcial del IVA de los alimentos está más que financiada por los nuevos impuestos que ha puesto en marcha. Las arcas públicas no pierden en exceso, además porque los alimentos que más se consumen seguirán fuera de la rebaja, como critica el PP: la carne y el pescado, principalmente.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.

Eso en cuanto a lo que los bancos y las energéticas tienen que pagar de más por el impuesto -que han denunciado a la justicia porque grava los ingresos y no los beneficios, como en el resto de Europa-. Pero es que los ciudadanos también podrían estar ahorrándose dinero si el Gobierno hubiera deflactado el IRPF, como también le pide el PP.

Los ingresos de IRPF por la mejora del empleo y la subida de los salarios han sido de 1.437 millones en los seis primeros meses del año, como señala Hacienda. El PP ha pedido que se deflacte este impuesto para los salarios inferiores de 40.000 euros, lo que permitiría una rebaja en el IRPF a la clase media española. El Gobierno tampoco ha tomado esta medida de momento y la recaudación por IRPF marca récords.

IVA de la luz y el gas

Mientras el Gobierno presume de que va a aprobar la rebaja del IVA de los alimentos, la que menos impacto ha tenido en las arcas públicas, todavía seguía negociando este martes con Sumar qué hacer con el IVA de la electricidad y el gas.

Sánchez rebajó al 5% el IVA de la energía después de que el PP se lo pidiera en numerosas ocasiones y él culpara a Bruselas de que no se lo permitía. Después de finalmente aprobar la medida, el Gobierno la ha ido prorrogando hasta el 31 de diciembre. Ahora, en el Consejo de Ministros de este miércoles tiene que tomar la decisión de acabar con esta medida de manera inmediata o de forma progresiva, como apuntan algunas fuentes.

Lo mismo sucede con las ayudas al transporte público, los viajes en tren principalmente de corta y media distancia. PSOE y Sumar están negociando si prorrogar esta medida, ideada en un primer momento para reducir el número de coches que salían a las calles y reducir la contaminación.

Sin embargo, varios estudios han determinado que la medida fracasó en este objetivo, ya que la cifra de coches que ha salido a las calles en las grandes ciudades ha sido muy similar a la de otros años. En cambio, esta decisión fue criticada por la oposición política al considerarla uno de los numerosos chequevotos que Sánchez puso en marcha después de la pandemia y de cara a las elecciones.