Economía
con una factura media 213,29 euros

Pasar frío y bajar la calefacción tres grados como pide Borrell supone un ahorro de 45 € al mes

  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, instó a la población europea a bajar 3ºC la temperatura de sus calefacciones con el fin de reducir la demanda de gas y, con ello, las importaciones desde Rusia por la invasión de Ucrania. Una medida que supondría un ahorro en la factura del gas de 45 euros al mes en relación con el recibo medio que pagan los españoles en invierno, lo que se traduce en un 21% menos.

El ahorro en calefacción

Fuentes de Selectra, comparador de tarifas, explican en conversaciones con OKDIARIO que «por cada grado que se baja la calefacción el ahorro puede ser de un 7% en la factura de la gas al mes, por lo tanto, si hacemos caso a las declaraciones de Josep Borrell, que insta a reducir la temperaturas de las casas en 3ºC para reducir la dependencia de Rusia, estaríamos ahorrando un 21% en el recibo».

Así, si cogemos como referencia el recibo medio de gas de los españoles entre los meses de diciembre y enero de los 213,29 euros, reducir la calefacción 3ºC supondría un ahorro en la factura de 44,7 euros. Sin embargo, esta solución supondría una evidente  para la población europea, en un esfuerzo que sería difícil de impulsar y coordinar a escala continental.

Dependencia del gas ruso

La dependencia del gas ruso es alta, ya que el 40% del gas consumido en el viejo continente en 2021 provenía de Rusia, lo que le convierte en el primer exportador de gas en Europa. No obstante, la dependencia del gas ruso difiere enormemente según los países europeos: algunos como Eslovaquia, Letonia, Estonia o República Checa dependen exclusivamente de Rusia, mientras que otros países, como Alemania o Italia, lo hacen en un 50%.

En el caso de España, ya que dependemos menos del gas ruso que otros países europeos. El principal proveedor de gas en España es Argelia, con un 44,9%, seguido de Estados Unidos y Nigeria. Por su parte, Rusia es el cuarto suministrador de gas, por lo que, en caso de un hipotético corte del suministro, España no lo notaría tanto y no habría un riesgo de desabastecimiento.

Sin embargo, los mercados europeos están muy interconectados entre ellos y un aumento de los precios del gas debido a este conflicto se siente en toda Europa, incluso en los países menos dependientes de Rusia, como es la situación de España.

Reducción de la dependencia de Rusia

El consumo de gas natural por parte de los particulares en la UE es de 4.791.387 TJ (terajulios) y, en 2019, las importaciones rusas de gas natural a Europa ascendieron a 6.490.354 terajulios. De ese gas consumido, el 75% de los europeos lo utilizan para calentar sus hogares, por lo que una reducción de 3ºC en la temperatura de la vivienda representaría, al menos, un 21% de ahorro energético y, por lo tanto, se resolvería el 11,6% del problema de dependencia europea del gas ruso. Unos cálculos a los que hay que sumar el consumo de las empresas.

En definitiva, si tenemos en cuenta el sector residencial como el terciario, bajar 3°C el termostato en toda Europa permitiría prescindir de un mínimo del 16,5% de las importaciones rusas de gas natural. Esto puede favorecer el fortalecimiento de las importaciones de otros países, como Estados Unidos, Argelia, Qatar, y, a largo plazo, el desarrollo de las energías renovables.