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Adiós a los manteles rojos: IKEA tiene el sustituto que eleva cualquier mesa en Navidad

Cuando empiezan a acercarse las cenas y comidas navideñas, la mesa suele convertirse en uno de los grandes quebraderos de cabeza. No sólo por la comida: también por cómo presentarla. Cada año surgen nuevas ideas, tonos y estilos que sustituyen a los clásicos, y en esta ocasión una tendencia viene pisando fuerte en los hogares y además nos llega de la mano de IKEA que lo deja claro: las mesas navideñas más elegantes ya no apuestan por los manteles rojos de siempre.

Las celebraciones se han vuelto más versátiles, más informales pero igual de cuidadas, y muchas familias buscan alternativas que den frescura sin perder ese toque cálido típico de diciembre. Las propuestas de IKEA para esta temporada apuntan justo en esa dirección: mesas luminosas, sencillas y con una estética invernal que, sin excesos, transforma cualquier comedor. Y lo más interesante es que no hace falta invertir demasiado ni renovar toda la decoración. Basta con aplicar algunas pautas básicas que marcan la diferencia entre una mesa correcta y una mesa que realmente destaque. Ideas fáciles, funcionales y accesibles que resumen muy bien el espíritu nórdico que domina esta Navidad.

Consejos de un interiorista de IKEA para una mesa de Navidad perfecta

Los expertos insisten en que el éxito está en cuidar cada detalle como si fuera imprescindible, especialmente cuando se trata de celebraciones señaladas. Y esta vez, los consejos vienen de la mano de un interiorista de IKEA, con recomendaciones pensadas para lograr mesas bonitas, coherentes y cómodas para todos los invitados.

No olvidar la funcionalidad

Puede parecer obvio, pero es el punto que más se pasa por alto. Una mesa bonita no sirve de nada si no es práctica. Cada invitado debe tener a mano todo lo que vaya a utilizar durante la velada: cubiertos, servilletas, copas o pequeños accesorios que faciliten el servicio. La iluminación también juega un papel clave: luz suficiente para ver bien, pero con un ambiente íntimo que invite a disfrutar la cena. Pequeñas bandejas, tarros o recipientes decorativos ayudan tanto a organizar como a elevar el estilo general, sin romper la armonía del conjunto.

Paleta de colores bien pensada

Aquí llega el giro: Ikea propone abandonar los manteles rojos tradicionales en favor de una paleta más neutra y luminosa, donde el blanco actúa como protagonista. Inspirada en los inviernos suecos, esta combinación de blancos y plateados aporta serenidad, sofisticación y un aire invernal que encaja muy bien con las mesas actuales. Si se quiere añadir un toque de color, el rojo sigue siendo válido, pero con moderación y mezclado con tonos suaves. Para mesas más clásicas o con presencia de niños, se puede incorporar el verde para un ambiente navideño más tradicional.

Textiles acogedores

El mantel sigue siendo imprescindible, pero no por obligación decorativa, sino porque aporta calidez. Los interiores más navideños apuestan por manteles de algodón con estampados sutiles: bayas rojas, ramas, detalles discretos que acompañan sin restar protagonismo a la vajilla. Las servilletas son otro pequeño recurso que permite cambiar totalmente el estilo sin esfuerzo.

Una vajilla que destaque

Una mesa de Navidad necesita una vajilla completa y bien pensada. Lo ideal es lucir un juego uniforme, aunque el interiorista propone una idea interesante para las mesas más numerosas: mezclar piezas nuevas con antiguas, combinar estilos y apostar por vajillas que, juntas, aporten carácter al conjunto. El objetivo es lograr un resultado elegante sin necesidad de tener todo a juego.

Cristalería estilosa

En este punto es donde la revista El Mueble menciona las claves del interiorista de IKEA, Manuel Delgado, que recuerda que la cristalería es esencial para marcar el tono de la celebración. Las copas de champán son imprescindibles, pero se puede jugar con modelos más sencillos o sofisticados según la ocasión. Mezclar estilos también es válido, siempre y cuando haya coherencia en formas y materiales.

Toques de brillo y luz

Las luces cálidas, las lámparas de mesa y las guirnaldas discretas ayudan a conseguir un ambiente acogedor. Los centros de mesa pueden complementarse con luz tenue, siempre evitando que moleste o deslumbre. La clave está en iluminar sin invadir.

Camino de mesa de IKEA.

Elementos naturales

Las plantas, ramitas verdes, piñas, figuras botánicas o pequeños detalles inspirados en el invierno dan equilibrio al conjunto. Aportan frescura y recuerdan que la decoración navideña también puede ser sencilla y sostenible.

Adornos navideños

Para quienes prefieren un ambiente más festivo, los adornos siguen siendo una apuesta ganadora. Bolas plateadas, pequeñas figuras o detalles metálicos elevan el conjunto y lo hacen más llamativo sin necesidad de saturar la mesa.

Centro de mesa llamativo

El centro de mesa es el corazón de la composición. Puede estar formado por elementos vegetales, velas, figuras o un candelabro alto rodeado de faroles LED para crear un efecto mágico. Aquí es donde se nota más la personalidad de cada anfitrión.

Personalizar con pequeños detalles

Los marcadores de sitio personalizados son ese gesto sencillo que hace que cada invitado se sienta especial. Una nota breve, una tarjeta con su nombre o un pequeño adorno individual completan una mesa cuidada al detalle.

Todas estas propuestas de la mano de IKEA, demuestran que renovar la mesa de Navidad no requiere grandes cambios, sólo elegir bien los elementos clave. Con estas pautas, cualquier comedor puede ganar luz, estilo y ese toque especial que convierte una cena en un recuerdo.