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Seguridad Social

Adiós a las bajas laborales: así afectarán los cambios a partir de ahora

El Ministerio de Seguridad Social ha iniciado el camino hacia una de las reformas más importantes en el sistema de bajas laborales: la implementación de las altas progresivas. Este lunes, 27 de enero, la ministra Elma Saiz mantuvo una reunión con los líderes de la patronal y los sindicatos en la que se sentaron las bases de este nuevo modelo, que tiene como objetivo garantizar una reincorporación gradual y adaptada al trabajo tras procesos de incapacidad temporal prolongados.

Según explicó la ministra tras el encuentro, la reforma se plantea como una herramienta para «ampliar derechos y protección» a los trabajadores, asegurando siempre que el criterio médico esté en el centro de las decisiones. Además, destacó que la propuesta forma parte de los objetivos prioritarios del Gobierno para este 2025,  con el fin de bordar los problemas derivados de las bajas de larga duración. Pero ¿qué son realmente este tipo de altas?, las altas progresivas son un sistema diseñado para facilitar el retorno gradual al trabajo de aquellos empleados que han superado los 90 días de baja laboral por problemas de salud. A diferencia del sistema actual, que solo contempla el alta médica total, esta reforma permitiría que el trabajador vuelva a sus funciones de forma parcial y progresiva, asegurando que no se ponga en riesgo su salud.

Adiós a las bajas laborales: así afectarán los cambios

El proceso para implementar estas altas progresivas se basará en tres pilares fundamentales:

El propósito de este sistema es crear un marco que combine la recuperación total del trabajador con su reincorporación laboral, asegurando que ambos aspectos sean compatibles y beneficiosos.

Una reforma que no implica bajas flexibles

Desde el anuncio de las altas progresivas, se generó una fuerte polémica debido a la confusión inicial con las denominadas «bajas flexibles». Este término, que fue malinterpretado, llevó a pensar que los trabajadores podrían ser obligados a trabajar mientras seguían oficialmente de baja, algo que generó el rechazo frontal de sindicatos y profesionales de la salud.

Sin embargo, la ministra Elma Saiz aclaró tras la reunión que en ningún caso las altas progresivas permitirán trabajar mientras se está de baja médica. «Estamos hablando de que, una vez que se tenga el alta médica, se pueda acreditar que una reincorporación progresiva al trabajo es beneficiosa para la salud del trabajador. Con la salud de los trabajadores no se juega» afirmó, subrayando que este modelo tiene como objetivo garantizar los derechos de los empleados.

Opinión de los sindicatos

Los líderes sindicales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, coincidieron en que la reforma de las altas progresivas es un paso importante, pero recalcaron que su apoyo dependerá de que el sistema esté basado en criterios médicos sólidos.

Pepe Álvarez señaló que cualquier decisión debe contar con informes que acrediten los beneficios de este modelo, advirtiendo que no aceptarán medidas que puedan poner en riesgo la salud de los trabajadores. «Las personas están de baja cuando no están en condiciones de trabajar, y no negociaremos nada que contradiga esto», afirmó.

Por su parte, Unai Sordo destacó que la reforma no debe convertirse en una herramienta para controlar el gasto público en incapacidades temporales, ya que esto podría derivar en presiones injustificadas sobre los empleados. «Los derechos de los trabajadores y su salud deben estar por encima de cualquier consideración económica», concluyó.

Próximos pasos

La ministra Saiz anunció que, como siguiente paso, se convocará a grupos técnicos, entre ellos el Ministerio de Sanidad, para desarrollar los detalles de la propuesta. Estas mesas de trabajo abordarán cuestiones clave, como la duración óptima de las reincorporaciones progresivas y el listado definitivo de patologías incluidas.

Además, se espera que el texto final sea debatido con todos los agentes implicados, garantizando que se respeten tanto los derechos laborales como los criterios médicos. Según la ministra, esta reforma busca ser «rigurosa y técnica», por lo que cualquier decisión estará respaldada por evidencia científica.

El aumento de las bajas laborales

Las bajas laborales, especialmente las de larga duración, han experimentado un notable incremento en los últimos años, generando preocupaciones tanto en el ámbito laboral como en el sanitario. Procesos prolongados como enfermedades crónicas, tratamientos oncológicos o accidentes cerebrovasculares suelen requerir un tiempo considerable para la recuperación total, lo que puede dificultar la reincorporación al entorno laboral.

Con este nuevo sistema de altas progresivas, el Gobierno busca equilibrar la protección de la salud de los trabajadores con la necesidad de mejorar la eficiencia del sistema de bajas laborales. Además, se pretende reducir la duración de los procesos de incapacidad temporal sin comprometer la calidad de la atención médica.

Otros cambios previstos en las bajas laborales para 2025

Además de las altas progresivas, la Seguridad Social ha anunciado varias modificaciones importantes para 2025, recogidas en el Real Decreto ley 11/2024, recientemente convalidado en el Congreso de los Diputados. Una de las novedades más destacadas es la creación de una comisión estatal encargada de supervisar y evaluar los convenios entre los servicios públicos de salud y las mutuas colaboradoras. Su misión será analizar el funcionamiento operativo de estos acuerdos y proponer mejoras que impulsen su eficacia, asegurando una mejor aplicación de las medidas destinadas a la gestión de las bajas laborales.

Entre las funciones de esta comisión estará el seguimiento de las bajas laborales por contingencias comunes, como enfermedades no profesionales o accidentes fuera del entorno laboral. Esto incluirá el análisis de las causas, incidencia y duración de estos procesos, así como el impacto que tiene la respuesta del Sistema Nacional de Salud en la recuperación de los trabajadores. También se estudiarán posibles líneas de actuación para reducir el número y la duración de estas bajas, priorizando siempre la protección de la salud laboral. Este control podría implicar revisiones médicas más frecuentes y una recopilación más detallada de información sobre las tareas desempeñadas por los empleados.

El Real Decreto también contempla que, en cada Comunidad Autónoma, se creen comisiones específicas para supervisar los convenios entre las Consejerías de Sanidad, las mutuas y el Instituto Nacional de la Seguridad Social. Además, se ha establecido un convenio marco para que las mutuas puedan, con el consentimiento del trabajador, realizar pruebas diagnósticas o tratamientos rehabilitadores en ciertas patologías, como las traumatológicas. No obstante, el médico de la Seguridad Social seguirá siendo el único competente para decidir sobre las altas, bajas y la asistencia sanitaria, asegurando que estas decisiones se mantengan bajo el control público.