Economía

Ada Colau se carga la salida a Bolsa de la hotelera catalana Bestprice

La decisión de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de ampliar su bloqueo al desarrollo de nuevos proyectos hoteleros en la Ciudad Condal tiene una nueva víctima. Se trata de la start-up Bestrprice, que tenía previsto salir a cotizar al Mercado Alternativo Bursátil (MAB) y que ha decidido abortar la operación.

Según informa Crónica Global, Bestprice Hotels no realizará los dos millones de euros de inversión prevista en su plan de expansión y reducirá 25 empleos por el bloqueo de la alcaldía. La empresa no abrirá los dos establecimientos que iba a promover cerca de la Sagrada Familia y la calle Pallars. Otros dos hoteles también corren peligro tras la aprobación del nuevo plan urbanístico de Colau.

Barcelona pierde dos millones de euros en inversiones y 25 empleos

«El plan es un golpe a los emprendedores. El plan urbanístico genera mucha incertidumbre a corto plazo, cuando la industria hotelera es un sector con inversiones a medio y largo plazo. Ha dejado a la hotelería muy tocada», señalan fuentes cercanas a la compañía al diario digital catalán.

La iniciativa de la alcaldesa de Barcelona supone tumbar un total de 28 proyectos hoteleros por encontrarse en zonas calificadas como áreas de “decrecimiento” o “mantenimiento”. La decisión, que se toma en el marco del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (Peuat) y afecta a diferentes proyectos de inversores y cadenas.

Todos los proyectos afectados se encuentran en el centro de la ciudad, pero la mayoría de ellos están situados en la “Zona 1″, que comprende Ciutat Vella, la antigua izquierda y derecha del Eixample, parte del barrio de Sant Antoni, Poble Sec y la Vila de Gràcia. Este área se ha calificado como zona de “decrecimiento”; es decir, los proyectos afectados no podrán abrir ni siquiera en el caso de que se cierre alguno de los hoteles que ya están abiertos.

La obsesión por  el “decrecimiento económico” es compartida con la CUP y se basa en un concepto que fue creado en los años setenta del siglo pasado por el matemático rumano Nicholas Georgescu-Rogen. Se trata de una corriente de pensamiento que tiene como idea principal el disminuir “de forma controlada y progresiva la producción”, con el objetivo de “equilibrar” la relación entre los seres humanos y la naturaleza.