Alimentación

El aceite de oliva español: de tocar el cielo con Rafa Nadal al ostracismo con Sánchez

El trabajo de promoción realizado por la interprofesional del aceite de oliva en Estados Unidos ha costado 1,5 millones de euros anuales al sector, a los que se ha sumado una aportación de varios millones más del Ministerio de Agricultura para campañas con el supercampeón del tenis. Toda esta inversión se ha ido al traste con una falta de negociación política que ha llevado al mayor castigo arancelario para el aceite nacional.

El aceite de oliva español: de tocar el cielo con Rafa Nadal al ostracismo con Sánchez
Rafa Nadal, junto a la exministra Isabel Tejerina en un acto promocional de alimentos de España en 2016

El aceite de oliva español ha pasado en apenas pocas semanas de una posición envidiable en el mercado norteamericano, el cuarto del mundo y el primero fuera de la Unión Europea (después de Italia, España y Grecia) a quedar desahuciado después de que Donald Trump haya aprobado unos aranceles para el ‘oro dorado’ español que no sufrirán los aceites de oliva de los competidores Italia, Portugal y Grecia.

«Hemos perdido el dinero invertido en promoción durante estos años», era una queja durante el Congreso Aecoc de esta semana en Bilbao, que profirieron tanto Terry Osborne (de grupo Osborne, que no es aceitero sino de alimentación y bebidas) como Gonzalo Guillén, director general de Acesur, uno de los principales envasadores españoles. El sector recuerda muy bien que durante los últimos años la interprofesional del aceite ha estado invirtiendo 1,5 millones de euros anuales de media para promocionar la marca de aceite español en el mercado de Estados Unidos.

Este trabajo incesante de promoción estaba obrando el milagro en el mercado estadounidense: las exportaciones de aceite español llegaron a 296 millones de dólares de enero a septiembre, con un aumento del 40% respecto al año anterior. Además, poco a poco se estaba avanzando en el mensaje: el país por antonomasia del aceite de oliva, porque es con diferencia el primer productor mundial, es España y no Italia.

Aparte de la inversión del sector, también ha habido dinero público que se ha invertido con el pasado Gobierno de Mariano Rajoy y concretamente con la ministra Isabel García Tejerina para impulsar la marca española para el aceite en el mercado norteamericano usando la imagen del tenista y ganador de 12 Roland Garros, Rafael Nadal.

A principios de 2015, el supercampeón de Manacor firmó con el Ministerio de Agricultura un contrato mercantil por el que Nadal cobró 1,69 millones de euros a cambio de cederle a Agricultura sus derechos de imagen durante 2015, 2016 y hasta el 28 de febrero de 2017. Este contrato valía para Alimentos de España, no sólo para el aceite de oliva, y Nadal contribuyó a su parte del contrato lanzando tuits sobre el aceite como este:

La imagen de Nadal con el aceite llegó a Times Square (Nueva York) y otros espacios emblemáticos de Estados Unidos, para vender la imagen del producto nacional.

Sin embargo, el dinero puesto por la interprofesional del aceite ha sido muy superior al mero acuerdo con Nadal. Por ejemplo, el pasado año la interprofesional promovió una campaña llamada ‘taste the truth’ en la que pretendía enseñar a los estadounidenses que el aceite de oliva que ellos relacionaban con Italia en realidad es español.

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