Economía
Vivienda

Acceder a una vivienda protegida en España, misión imposible: las entregas se hunden un 65% en 12 años

  • Nayara Mateo
  • Redactora de economía, especializada en el sector inmobiliario, turismo, consumo y distribución. Antes en Expansión, Efe y Brainsre.news.

La dificultad de acceso a la vivienda supone uno de los problemas más importantes de la sociedad española, especialmente, para los jóvenes que carecen de estabilidad económica y laboral, lo que complica ahorrar para el desembolso inicial y la entrada en el mercado hipotecario. Ante esta situación, los españoles fijan su mirada en la vivienda protegida.

No obstante, la vivienda de protección oficial (VPO) tampoco parece estar solucionando el problema. Según el Observatorio Aedas Homes, la posibilidad de adquirir una casa protegida se percibe como «una misión casi imposible».

Los participantes en el estudio cifran en 7,2 la complejidad de acceso a una vivienda protegida, en una escala de 0 a 10. Además, esta percepción tiene su eco en los datos oficiales: el número de casas protegidas que se han entregado en los últimos años en España se ha reducido notablemente, pasando de las 68.007 en 2007 a las 23.401 en 2019, es decir, un 65,6% menos, según el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.  En este sentido, la promotora cotizada ha obviado en el estudio el año 2020 «por el impacto de la pandemia en las transacciones inmobiliarias», explica.

¿Dónde se percibe más complicado?

Por regiones, la sensación de mayor dificultad de acceso a la VPO se observa en Baleares (7,8), Cataluña (7,6) y Andalucía (7,5). Por el contrario, los asturianos, extremeños, riojanos y cántabros (todos por debajo del 7) creen que es algo más factible.

Además, según el número de hijos, la percepción varía, puesto que los ciudadanos que tienen cinco o más hijos ven más complicado aún acceder a una vivienda protegida (8,3).

“A la vista del escenario que arroja el Observatorio, parece claro que la colaboración público-privada se antoja necesaria para favorecer el acceso también a una vivienda protegida, ya sea en propiedad o alquiler”, sostiene David Martínez, CEO de Aedas Homes.

El directivo insta a las diferentes administraciones a trabajar en dos direcciones para dar respuesta a las necesidades de la sociedad: primero poner suelo en carga para construir vivienda protegida para la compra a precio asequible y en segundo lugar impulsar iniciativas como el Plan Vive de la Comunidad de Madrid para promover pisos en alquiler con rentas accesibles.

Preferencia por la VPO en propiedad

En cuanto al régimen preferido por los usuarios, en el caso de que pudieran acceder a una vivienda protegida: el 55,1% se decantaría por la compra, el 38,8% por el alquiler con opción a compra y el 6,1% por el alquiler. Por edades, sólo los jóvenes se inclinan por el alquiler con opción a compra como primera elección, ligeramente por delante de la compra.

Esta cultura de la propiedad de la vivienda protegida se alza como mayoritaria en 16 de las 17 comunidades autónomas, concretamente, en todas menos en Asturias. Además, registra sus máximos en Navarra (65,3%) y La Rioja (64%).

Teniendo en cuenta la situación personal o familiar, la compra sería también la gran preferencia, salvo entre quienes viven con sus padres (el 54,5% opta por el alquiler con opción a compra). Un 62% de las parejas con hijos, el 53,8% de las parejas, el 49,6% de quienes viven solos y el 47,1% de los que residen solos con hijos prefieren la VPO en propiedad.

Tasa de esfuerzo

La tasa de esfuerzo salarial de los hogares españoles para la compra de una vivienda se situó en 5,9 años de salario bruto íntegro a finales de 2020; mientras que en el mismo periodo de 2010 estaba en siete años, lo que supone un descenso del 15,2% en los diez últimos años, según datos de la plataforma idealista.

El portal inmobiliario señala que Baleares, Canarias y Madrid son las comunidades autónomas en las que más ha crecido la tasa de esfuerzo salarial respecto a la de hace una década, un 17,2%, 4% y 3,2%, respectivamente. En el resto de regiones ha descendido.

La mayor caída se ha producido en Castilla-La Mancha, donde el esfuerzo se ha reducido en un 35,9%, seguida de Cantabria (-32,1%), Asturias (-30,1%) y Aragón (-28,9%). En Andalucía el esfuerzo cayó un 9,8%, mientras que el descenso en Cataluña se quedó en el 5,6%.