El Real Madrid ya es campeón de Liga. Lo fue gracias a la derrota del Barcelona en Gerona, pero también después de que el equipo blanco ganara al Cádiz en el Santiago Bernabéu. Pese a ese triunfo (3-0), el Real Madrid tuvo que esperar a lo que pasara en Montilivi y con el festival de Portu y de todo el Girona, el conjunto entrenado por Carlo Ancelotti se proclamó oficialmente campeón de Liga por 36ª vez en su historia y sus aficionados fueron a Cibeles.
Una vez terminó el partido en el Santiago Bernabéu, donde el Real Madrid goleó al Cádiz con comodidad, algunos aficionados de la entidad madridista empezaban a caminar Castellana abajo hacia Cibeles. Había que esperar a lo que hiciese el Barcelona, pero en los aledaños de Chamartín había olor a alirón.
Marcó el Barcelona y un minuto después el Girona, y poca gente se inmutó. No dio tiempo ni a que la gente se fuese asentando en los bares anexos al Bernabéu. Era el plan deseado por la mayoría de amigos y familiares. Ver juntos como el Barcelona no ganaba para posteriormente bajar a Cibeles.
Algunos, pocos, aficionados del Real Madrid bajaban a Cibeles para coger sitio, confiados en que el alirón de la Liga 36 se iba a producir en este sábado. Algunos se quedaban a esperar en Recoletos y otros en Colón. En Cibeles, alrededor de las 19:00 de la tarde, la normalidad era absoluta. Más policía de lo normal y la Diosa vallada. Pero poco más. El tráfico madrileño transcurría como un día más. Como si el alirón no se estuviese cocinando.
El gol de Lewandowski al borde del descanso fue un jarro de agua fría al alirón. Pero en Cibeles nadie se inmutó. Algunos incluso, sobre las 19:15, no sabían ni como iba el partido. La tranquilidad seguía reinando en torno a la Diosa que esperaba paciente el desenlace final. Mientras, en el Santiago Bernabéu, la plantilla del Real Madrid estaba reunida viendo el partido. Un encuentro que le iba a dar la Liga número 36 a la entidad madridista.
Todo cambió a partir de las 19:30 horas. El Girona empezó a marcar goles en Montilivi, Portu trituró al Barcelona y del 1-2 en el derbi catalán se pasó al 4-2. Cuando empató el jugador murciano, la euforia era todavía contenida. La había, pero se esperaba al final. Todo se desató tres minutos después cuando Miguel Gutiérrez, un canterano del Real Madrid, marcó el 3-2 en Gerona. Ese tanto suponía que el Barça necesitaba dos goles para que el Madrid no fuera campeón. Pero no llegó ninguno.
Euforia tras la victoria del Girona
Todo lo contrario. Portu hizo su segundo gol, que era el cuarto del Girona, y ya toda la alegría en el madridismo se hizo notar. Los gritos de «campeones, campeones» se mezclaron con los de «así, así, así gana el Madrid». También hubo otro tipo de cánticos como el de «Xavi quédate», uno de los más repetidos y no sólo por los aficionados del Real Madrid.
Al principio hubo pocos hinchas en la zona de Cibeles, pero una vez se confirmó el título de Liga, la gente empezó llegar a la céntrica plaza de Madrid, especialmente aquellos que venían del Santiago Bernabéu. Los miles de espectadores que siguieron el partido en el estadio tuvieron que marcharse al término del encuentro y esperar en las proximidades del estadio el desenlace del Girona-Barcelona. Una vez que se confirmó el título, se fueron para Cibeles.
Una vez que se sabía que los jugadores no irían a Cibeles, Carlo Ancelotti y Nacho Fernández, entrenador y capitán del Real Madrid, se encargaron de poner fecha, que no hora, a la celebración del título de Liga del equipo blanco, que se proclamó campeón este sábado. Será al final de la próxima semana.