Isco tocó fondo en el partido ante el Cádiz. Lento, sin fuelle ni chispa y hasta torpe con la pelota, el malagueño dio preocupantes síntomas de abandono. Zidane siempre ha confiado en él pero en la cúpula del Real Madrid preocupa su alarmante estado de forma, que le ha llevado a caerse de las convocatorias de la selección.
Nadie discute el talento de Isco para jugar al fútbol. Ni sus compañeros –por algo le apodan Magia–, ni Zidane, que siempre ha apostado por él como uno de sus jugadores preferidos, ni el club, que hizo en su día un esfuerzo por su fichaje hace ya ocho temporadas y que ha apoyado al malagueño en las buenas… y en las malas.
Sin embargo, los síntomas que empieza a ofrecer Isco son los de un jugador que se está agotando de forma prematura. Aunque apenas tiene 28 años el malagueño va a menos cada temporada que pasa en el Real Madrid. Esta es su octava campaña de blanco y empieza a dejar detalles que le alejan de lo que requiere el fútbol del siglo XXI: intensidad, concentración y compromiso.
¿Adiós a la Eurocopa?
«El ritmo al que juega Isco no le da para el fútbol actual», dicen en la cúpula del Real Madrid. Algunos dirigentes incluso creen que Zidane le está «dando oportunidades de más» al malagueño. Para Zizou Isco siempre ha sido importante aunque, a día de hoy, es el sexto centrocampista del Real Madrid, muy lejos del trío Casemiro-Kroos-Modric y también por detrás del vigor que le imprimen al juego tanto Odegaard como Fede Valverde.
Isco está ante la temporada que puede marcar su carrera. Ya ha perdido el sitio en el Real Madrid y también Luis Enrique le ha apartado de las últimas convocatorias de la selección española. En un año largo que va a acabar con la Eurocopa el malagueño puede quedarse compuesto y con un verano para reflexionar sobre su futuro en el equipo blanco. Y en el fútbol.