Otro empate para la Inglaterra de Jude Bellingham en esta Eurocopa 2024. Imagen pobre del cuadro inglés ante Eslovenia donde estaba en juego su clasificación como primera de grupo y que, pese a que finalmente así es, cierran la fase de grupos con muchas dudas y una falta de gol preocupante. El madridista lo intentó todo en este partido, jugó en varias posiciones diferentes, pidió la pelota y tiró desmarques, pero Inglaterra no termina de encontrarse y eso no ayuda al jugador blanco que jugó los más de 90 minutos ante los eslovenos…
La titularidad de Bellingham en un partido en el que Inglaterra se seguía jugando el primer puesto en el Grupo C, aunque con el billete a octavos asegurado, estaba fuera de dudas. El madridista es uno de los grandes líderes del equipo de Southgate, plagado de estrellas y en un esquema donde ha sabido encajar al mediocentro, aunque las funciones de éste son diferentes a las que asume en el equipo blanco.
Las críticas a Inglaterra en esta fase de grupo están justificadas, aunque precisamente no es un problema en el que se deba incluir a un Bellingham al que se le está pidiendo todo. Con Harry Kane, Saka y Foden por delante, Bellingham parte en esta Inglaterra varios metros más atrás de lo que lo hace en el Real Madrid, más presente en la fase inicial del juego y bajando en muchas ocasiones a combinar con los centrales, algo menos habitual con el blanco madridista.
Bellingham se dejó ver mayoritariamente por el perfil zurdo, cerquita de Foden y Trippier, buscando su perfil más hábil y pudiendo recibir y mirar al área el mayor número de veces. Con Declan Rice y Gallagher, la creatividad inglesa en el centro del campo depende plenamente de un Bellingham que tiene que estar en todo, tanto en la creación, como en el último pase como en el área como acostumbra a hacer. Es por todo esto por lo que se vio durante muchos momentos en campo propio al madridista.
No lo vimos durante todo el primer tiempo, pero sí en la recta final, ajustes de un Southgate que veía que de nuevo Inglaterra no daba la imagen esperada. Es por eso que decidió reajustar su esquema e igualarlo ante Eslovenia con un 4-4-2, moviendo precisamente a Bellingham, que pasaba de ser la arista más afilada del tridente de la medular a un delantero más junto a Harry Kane.
Pero no sería esta la última apuesta de Southgate con Bellingham, al que volvería a mover sobre el terreno de juego, cambiándole el rol y fijándolo más en el extremo izquierdo, falso y algo desdibujado, dándole más cancha a Trippier, pasando a Foden a la mediapunta. El seleccionador inglés no sabía que más tocar para hacer jugar a lo suyos y el madridista estaba pagando esa falta de soluciones de su entrenador.
Bellingham en cualquier caso se mostró muy participativo en todo momento aunque gris como toda la selección de Inglaterra. Tiró varios desmarques cuando ocupó las posiciones más adelantadas y no paró de pedir la pelota cuando le tocó crear el juego en esos vaivenes tácticos que le exigió ante Eslovenia su seleccionador Southgate.
