Está muy enchufado en el tramo final de Liga

La Superliga que quiere Messi

Leo Messi demostró ante el Getafe que si él quiere, el Barça puede aspirar a un final de temporada con el que aspira a la Liga y el doblete

Leo Messi
Leo Messi celebra un gol con el Barcelona. (AFP)

Leo Messi se ha propuesto formar su propia Superliga. Se ha puesto la capa de superhéroe y ha decidido hacer volar al FC Barcelona en busca de la Liga Santander y el doblete. El argentino no quiere saber en estos momentos de nada que no tenga que ver con el verde, algo que dejó muy muy claro en el partido ante el Getafe de este jueves. El 10 completó uno de sus mejores encuentros esta temporada, pura agresividad y asedio de cara a puerta. Hizo dos goles, dio una asistencia… pero pudo acabar completando una de sus barajas más brillantes de su carrera.

Solo habían pasado ocho minutos cuando Leo Messi ya había estrellado un latigazo en el larguero y había marcado el primer gol para el Barça. El argentino echaba fuego, desprendía una sensación de liderazgo, de capacidad para echarse a sus compañeros, al equipo, al club y hasta el césped a su espalda sin inmutarse. Mientras más pisa el carril central, con espacios, sin marcas y buscando él mismo sus propios espacios, más peligroso es Messi. El primer disparo que efectuó fue un compendio de esto, generó el espacio para que le pusieran una pelota templada dentro del área que rompería con su zurda. David Soria apenas pudo reaccionar pero el larguero, inmóvil, despedía el balón directamente hacía la línea de gol, escupiéndolo después hacia fuera.

La siguiente tendría otro color. Messi estaba eléctrico y Busquets lo sabía. Fue el centrocampista el que se inventó un pase en profundidad desde el círculo central para el desmarque en diagonal del argentino que descolocaba a toda la defensa azulona. Ni los empujones de Djené lograron frenar el tren inferior del 10, que se plantó en el área y cruzó un disparo al palo largo. Soria llegaba a tocar la pelota pero el balón se colaba en el interior de la portería para el 1-0.

Las circunstancias del partido, con Mingueza que amagó con lesionarse tras un gesto feo de su rodilla, dejaron al Barça con 10 durante varios minutos. El Getafe aprovechó el perfil débil que dejaba esa inferioridad para hacer diabluras y provocar el empate tras un remate a bocajarro de Ángel que desviaría Lenglet para colarle el tanto a Ter Stegen. El empate fue como otra agitación más para Messi, que seguía muy vivo en cada acción, apareciendo en el momento y lugar correcto en cada jugada ofensiva de los culés.

Al cuarto de hora amagó con una acción casi calcada a su primer disparo que acabó en el larguero. Otro chut con la zurda, otra rosca potente y decidida que se marcharía esta vez varios centímetros por encima del larguero. No encontraba puerta pero sí encontraba los espacios que dejaba el entramado defensivo del Getafe, al que desactivaba a placer, para hacer mella en las fe de los azulones. Pocos minutos después, tuvo otra acción en la que estuvo en el lugar idóneo. Un balón que caía del cielo en la frontal logró empalarlo de volea pero David Soria, en su sitio, frenaba el gol.

Tras la pifia de Sofian Chakla, el Getafe terminaría de descontrolarse en la primera mitad. Messi olía la sangre y de sus botas surgió el tercero en apenas cinco minutos. Tras un primer disparo potente que rechaza Soria, el rechace le vuelve a caer al argentino que no fallaría en su segunda intentona. Lograba así otro doblete más para su cuenta particular y una distancia de dos goles ante un Getafe que estaba noqueado.

Messi acabaría la primera parte con seis disparos, los mismos con los que acaba el FC Barcelona los primeros 45 minutos. El argentino fue toda la producción ofensiva de su equipo, lo acabó él todo. Un palo y dos goles. La segunda mitad fue mucho más descafeinada por parte del Barça, que solo se activó cuando vio las orejas del lobo con el 3-2 del Geta. En ese momento volvía el mejor Leo, que lo intentó con otro disparo, que le puso el cuarto a Araujo con un gran saque de esquina y que regaló el quinto a Griezmann desde el punto de penalti.

El Barça es en estos momentos lo que quiera Messi, sea Superliga o sea Liga Santander. Si el argentino mantiene este nivel altísimo que demostró ante el Getafe en las jornadas restantes, el campeonato liguero sí podría volcarse del lado culé. El sigue jugando al fútbol mientras de puertas para adentro en el club, se sigue trabajando en un proyecto que le permita decir «me quedo» al término de esta temporada. Eso está en manos de Joan Laporta, porque lo que depende de los pies de Messi parece que está siempre asegurado…

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