El sorprendente registro de Pedri antes de la final de Copa: es el máximo recuperador de Europa

En una temporada donde la regularidad se convierte en un bien escaso, Pedri González ha logrado consolidarse como el epicentro del juego del Barça y como uno de los nombres más destacados del fútbol europeo. El centrocampista tinerfeño, que en el pasado fue cuestionado por su fragilidad física, vive ahora el momento más sólido y brillante de su carrera. Ya sea desde lo estadístico o lo visual, el jugador del Barça está firmando una campaña de excelencia que lo coloca, con merecimiento, entre los candidatos al Balón de Oro.

Los elogios hacia el internacional español se han multiplicado en las últimas semanas. Su entrenador, Hansi Flick, así como referentes del fútbol como Thiago Alcántara, Andrés Iniesta o Jagoba Arrasate, no han dudado en destacar su impacto en el juego. El propio técnico del Mallorca, tras enfrentarse al Barça, definió a Pedri como «una barbaridad» y reconoció: «Cuando lo tienes en contra solo pides que pare un momento. Está a un nivel superlativo».

El rendimiento de Pedri va más allá de las sensaciones. En el último encuentro ante el Mallorca, el centrocampista volvió a firmar una actuación estelar. Realizó 105 pases, con un 92% de acierto, y dio seis pases clave, uno de ellos a Lamine Yamal que casi termina en gol. Pero más allá de su calidad creativa, sobresalió por su despliegue físico: recuperó 18 balones, superando así el récord que él mismo había establecido tres días antes ante el Celta, cuando logró 17 recuperaciones. Ningún otro jugador en las cinco grandes ligas europeas ha alcanzado cifras similares esta temporada.

En total, Pedri suma ya más de 4.000 minutos disputados esta campaña, lo que supone un 89% del total, en contraste con los 2.026 minutos acumulados el curso anterior. Este rendimiento físico no es casualidad: el jugador canario ha dejado atrás los problemas musculares que le lastraron en el pasado gracias a un completo plan de preparación física especial para él.

Tras un estudio genético realizado a principios de temporada, y bajo la supervisión del especialista Julio Tous, el Barça diseñó un programa específico para fortalecer su resistencia y prevenir lesiones. Los resultados han sido evidentes: Pedri González sólo se ha perdido un partido en toda la temporada, y fue por una gastroenteritis.

El propio futbolista ha explicado recientemente que el cambio también ha sido mental y de hábitos: «Cambié mi dieta, empecé muchas cosas nuevas y cambié mi forma de entrenar. Hacía todo lo posible, pero no funcionaba. Ahora todo funciona». Aunque admite que no sabe con certeza qué fue lo que marcó la diferencia, sí reconoce que el trabajo hecho ha sido fundamental para su evolución física y anímica.

A nivel táctico, Pedri ha experimentado una transformación relevante. Llegó al Barça como un 10, pero ha encontrado su plenitud en una posición más retrasada, en la base de la jugada. Bajo el sistema de Flick, que exige interiores con calidad y despliegue físico, ha encajado a la perfección, con una gran implicación en tareas defensivas y una notable capacidad para mantener el ritmo alto en transiciones.

El Barça mejora notablemente con Pedri González en el campo. Su capacidad para organizar, recuperar, distribuir y dar continuidad al juego lo convierte en un elemento imprescindible. Su influencia se refleja también en el espíritu competitivo del equipo, que aún sueña con pelear por la Liga y aspira a lo máximo en la Champions League. Y precisamente en Europa se decidirá gran parte del desenlace de la temporada y de los premios individuales.