Sorloth minimiza el arbitraje de Martínez Munuera
Un gol del noruego en la recta final evita la primera derrota en Liga en el Metropolitano
Expulsa a Barrios en el minuto cinco y se inventa directamente un penalti de Le Normand
Hasta el regalo de Martínez Munuera el Celta no había tenido ni una sola oportunidad
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No podía el Celta con uno menos, así que apareció Martínez Munuera para allanarle el camino inventándose directamente un penalti de Le Normand a Borja Iglesias a los 68 minutos. Un nuevo abuso arbitral que evita que el Atlético se vaya a dormir líder, aunque no consigue el propósito de consumar la primera derrota liguera en el Metropolitano porque Sorloth se interpuso y dejó a medio camino el trabajo de canela fina del valenciano, que no es la primera vez que actúa así con el equipo rojiblanco. No hace falta remontarse demasiado en el tiempo para recordar otro penalti exactamente igual de Reinildo en Son Moix ante el Mallorca. Llueve sobre mojado.
El árbitro, sin embargo, no fue el único culpable del golpetazo sufrido por el Atlético en el peor momento posible. Cuando apenas se habían consumido cinco minutos Pablo Barrios volvió a superar los límites y, como sucedió hace sólo tres semanas ante el Leverkusen, se autoexpulsó con una entrada sin sentido que sólo podía tener una consecuencia. Habría que ver si el castigo hubiera sido el mismo ante otro equipo, pero lo cierto es que el madrileño se ganó a pulso la roja. Cuando cumpla la sanción debe pasarse una buena temporadita reflexionando en el banquillo.
Con nada menos que 85 minutos por delante en los que remar contra corriente con un futbolista menos, a Simeone no le quedó otra que sacrificar a Lino para dar entrada a Koke y equilibrar en la medida de lo posible el medio campo incrustrando ahí a Griezmann. De repente el partido cambió de rumbo hacia un escenario que nadie había podido intuir en la previa. Un escenario en el que al Atlético asumió un papel muy distinto al que había preparado.
Al Celta se le abrió de par en par el partido, pero vistos los antecedentes no se atrevió a ir a por él de cara. No tardó en aparecer en territorio adversario, pero cuando lo hizo fue para asumir los menos riesgos posibles. Salvo en un centro chut de Marcos el Atlético no sufrió en defensa, pero a costa de ser estéril en ataque. Lo único que consiguió fue forzarle una tarjeta a Carlos Domínguez, pero ni siquiera eso le salió bien porque Carlos Giráldez, muy astuto, le mandó a vestuarios antes del final del primer tiempo para evitar que el partido volviera a igualarse.
Iker Losada y Borja Iglesias aparecieron tras el descanso para darle más mordiente al Celta. Nada cambió por supuesto en el Atlético, atento al momento en el que el partido le ofreciera la posibilidad de hincarle el diente a un enemigo que en todo el primer tiempo no le había dejado ni el menor resquicio. Marcos Llorente fue el autor del primer disparo doméstico entre los tres palos a los 54 minutos. No le creó problemas a Guaita, pero sirvió para enardecer al estadio.
El partido caminaba hacia donde quería Simeone cuando intervino de manera decisiva Martínez Munuera, que a los 68 minutos castigó con un penalti de frenopático una acción de Le Normand sobre Borja Iglesias. El Metropolitano alucinó, pero Cordero Vega no se atrevió a rectificar el error y Iago Aspas transformó un castigo incomprensible para darle al Celta una ventaja que ni su fútbol ni audacia habían merecido.
El Cholo se negó a darse por vencido y metió de golpe en el campo a Sorloth, Correa y Gallagher en busca del milagro y no tardó en obtener resultados. El noruego ganó por fuera un balón dividido y en cuanto consiguió el espacio suficiente soltó un derechazo que superó a Guaita. Con ocho minutos más la prolongación por delante, todo era posible, pero esta vez no sonó la flauta y hubo que conformarse con un solo punto. Parece poco, pero viendo el arbitraje de Martínez Munuera es para sentirse satisfechos.