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Liga EA Sports: Cádiz-Osasuna

Sigue el problema con las manos: el surrealista penalti pitado contra el Cádiz ante Osasuna

Nueva polémica con el VAR tras el penalti pitado en el Cádiz-Osasuna por una mano de Mbaye

Martínez Munuera decretó la pena máxima tras revisar una jugada gris que no tuvo ninguna trascendencia en el juego

El VAR volvió a ser protagonista de un nuevo escándalo en el Cádiz-Osasuna, puesto que intervino para que se pitara un penalti surrealista contra los gaditanos por manos de Mamadou Mbaye. Una mano que en directo nadie vio, ni reclamó, puesto que fue un leve roce involuntario a un remate que salía muy desviado por la línea de fondo y que ni siquiera llegó a desviar el balón o frenarlo. Sin embargo, Busquets Ferrer, que estaba en la sala de máquinas, avisó a Martínez Munuera para que acudiera al monitor.

Tras ver la imagen, el árbitro pitó penalti ante la incredulidad de todos. También de los jugadores de Osasuna, que ni siquiera se habían dado cuenta. Budimir no perdonó desde los 11 metros y puso el empate a uno en el marcador.

De nuevo vuelve a quedar demostrado que el problema de las manos sigue latente. Todo lo contrario que lo que señaló el presidente del Comité Técnico de Árbitros en su última comparecencia. «Quién me diga que esta temporada están siendo un problema las manos, no está siguiendo la competición», decía Medina Cantalejo hace unas semanas.

Como vuelve a quedar demostrado, el máximo dirigente de los árbitros se equivocaba. Lejos de hacer autocrítica, Medina Cantalejo presumía entonces del gran rendimiento que estaban ofreciendo los árbitros esta temporada. En concreto, ponía como ejemplo la claridad del criterio con las manos. Sin embargo, una vez más vuelve a estar en discusión el uso que se hace del VAR en las jugadas llamadas grises.

Polémico penalti en el Cádiz-Osasuna

En este caso, nadie en el Nuevo Mirandilla se había percatado de que el balón había impactado en la mano de Mbaye. Ni siquiera los jugadores de Osasuna reclamaron un penalti que sólo desde el VAR vieron. El senegalés se encuentra con un remate a escasos metros de su cuerpo y, sin apenas tiempo, consigue retirar el brazo lo suficiente como para que el balón apenas le roce un dedo.

El mal remate del Chimy Ávila no fue ni a puerta. Ni siquiera desvió el balón su trayectoria tras el leve roce. Un penaltito intrascendente que desde el VAR consideraron que era suficientemente claro como para ser revisado y rearbitrado. Osasuna no desaprovechó la oportunidad, empatando el encuentro y evitando que el Cádiz sume tres puntos que serían más que valiosos en la lucha por la permanencia.