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VIAJE A RABAT

Sánchez no logra el compromiso de Mohamed VI para que la final del Mundial 2030 sea en España

  • Joan Guirado
  • RABAT
  • Enviado especial
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

La ubicación de la final del Mundial de Fútbol 2030, que organizarán conjuntamente España, Marruecos y Portugal, sigue siendo una incógnita. Tanto nuestro país como el reino alauí tienen interés en acoger el partido más importante del evento insignia de la FIFA. Y aunque Pedro Sánchez se reunió este miércoles con el primer ministro Aziz Ajanuch y con el rey Mohamed VI, el mandatario español no logró el compromiso de que la final de Mundial 2030 sea en nuestro país. No en vano, Ajanuch, según fuentes del gobierno marroquí, le trasladó la voluntad de que fuera Marruecos quien acoja este partido incrementando la tensión vigente.

Pedro Sánchez y Aziz Ajanuch dialogaron acerca del Mundial 2030 que organizarán junto a Portugal, durante el encuentro que mantuvieron ambos antes del almuerzo con sus equipos y la recepción de Mohamed VI a Sánchez. Pero las dos legaciones trataron la cuestión para referirse, básicamente, a las posibilidades que tienen las empresas constructoras españolas para la cimentación de infraestructuras que el país alauí necesita para acoger dicha cita deportiva de primer orden.

Marruecos, según informó el gobierno del país en su momento, tiene prevista la construcción de varias infraestructuras en distintos puntos de la región como estadios y hoteles, que albergarán tanto la competición deportiva y a sus participantes, como también a los miles de espectadores que se desplazarán a los tres países para seguir el mundial. Además, según han hablado Sánchez y Ajanuch, Marruecos también necesitará mejorar la red de ferrocarriles del país, por lo que empresas españolas como Talgo, Renfe o Adif pujarán por hacerse con estas importantes inversiones.

Sánchez y Mohamed VI hablan del Mundial

Según fuentes del Gobierno de España, y según explicitó el propio presidente en la rueda de prensa posterior a los encuentros mantenidos en Rabat, en estos planes de infraestructuras se abrirán muchas oportunidades para las empresas españolas, que están «muy bien situadas» para acometerlos. La voluntad del Ejecutivo es acompañar a estas empresas en las múltiples reuniones que se están desarrollando ya en Marruecos, para que logren la adjudicación de estos macroproyectos millonarios.

En el ámbito deportivo, este miércoles, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, se ha limitado a manifestar ante Mohamed VI su deseo de que la final del Mundial 2030, cuyo estadio que la albergará todavía no se conoce, «pueda ser entre España y Marruecos». El mandatario ha empleado un tono conciliador entre las partes expresando que «sería un colofón importante» a la «extraordinaria» cooperación entre ambos países.

La FIFA decide en última instancia

La situación de bloqueo actual entre España y Marruecos tiene visos de que será resuelta por una FIFA que buscará la mayor visibilidad posible a su evento estrella ante la falta de acuerdo por parte de la dos partes. La organización suiza tomó este pasado otoño la sorprendente decisión de jugar los primeros partidos del Mundial 2030 en territorio latinoamericano para conmemorar el centenario del torneo de selecciones de fútbol más importante del mundo.

Después de esos partidos inaugurales en Argentina, Uruguay y Paraguay, el Mundial de 2030 se trasladará a España, Marruecos y Portugal para disputar 101 encuentros de fútbol y donde sólo uno es el motivo de la principal discordia. A la FIFA, le encaja el estadio Santiago Bernabéu de Madrid como una de las sedes más modernas del mundo, aunque Marruecos quiere jugar la carta de construir un estadio más grande que el coliseo madridista y además con el atractivo de hacer una final de un Mundial por primera vez en el norte de África.

Visto que el acuerdo entre Sánchez y los representantes marroquíes es complicado, todo apunta a que la FIFA será la que tenga que tomar la decisión final. La última final de la Copa del Mundo de Fútbol entre Argentina y Francia tuvo una audiencia de 1.120 millones de espectadores en todo el planeta y España lucirse ante los ojos del mundo.