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Champions League: Atlético-Saint Gilloise

Saint-Gilloise, el equipo ‘español’ de Bélgica con cerveza propia: «Estamos en contra del fútbol sobrio»

El vigente campeón belga y próximo rival del Atlético en Champions toma su nombre del barrio más español de Bruselas

El club ha sacado su propia marca de cerveza y posee un exitoso sistema de datos y estadísticas avanzadas

Maarten Verdoodt, director de comunicación del club, explica en OKDIARIO la naturaleza del club

Jesús Aguirre, aficionado español del club belga y residente en Bruselas, cuenta a este medio la idiosincrasia del club

A medida que uno camina por Bruselas se va dando cuenta de que las calles tienen acento español. Esa creencia se convierte en certeza si el recorrido pasa por el bar Llanes y el bar Olegario, situados cerca de la Grand Place y barrio de Saint-Gilles respectivamente, corazón y pulmón de la capital belga. Los ecos de la inmigración española durante décadas pasadas retumban con mayor concentración en el mencionado barrio de Bruselas, la comuna originaria del Royal Union Saint-Gilloise, próximo rival del Atlético de Madrid en Champions.

El hogar de los emigrantes españoles que llegaron a Saint-Gilles huyendo del franquismo es también la casa del Royal Union Saint-Gilloise, vigente campeón de la liga belga que ha roto moldes en Bélgica. Todo ha ido muy rápido para el Union. En 2021 ascendieron a Primera División tras 48 años y en apenas tres temporadas y media han conquistado una Liga, una Copa y una Supercopa belga y unos cuartos de final de la Europa League. «La propiedad cambió en 2018 y ha mantenido la idea todos estos años. La fuerza del club es un enfoque basado en datos que respete los valores del club», explica Maarten Verdoodt, director de comunicación del club, a OKDIARIO.

El Royal Union Saint-Gilloise es club de fútbol que tiene que ver más con la vida que con el fútbol. Lo peculiar no sucede en el césped, sino en la grada, donde el todo se junta en uno. «Somos diferentes. Una afición muy abierta a todo el mundo. Viene gente de fuera a ver los partidos, no sólo gente belga y española. Gente magrebí, marroquí, congoleños, chilenos… Tenemos valores antirracistas y antifascistas similares a los Bukaneros, aunque somos menos agresivos. La grada está abierta a todo el mundo y no permitimos insultos racistas. Si lo hace uno le decimos que cambie de equipo», explica a OKDIARIO Jesús Aguirre, español afincado en Bruselas y aficionado del Saint-Gilloise.

Jesús, cántabro de nacimiento, emigró a Bruselas durante la década de los 70 huyendo del franquismo y en busca de un futuro próspero. «No nos quedaba otra que buscarnos el pan. No íbamos a recibir ninguna ayuda de la embajada franquista, entonces claro, todo el mundo empezó a organizarse a todos los niveles. Música, que recuerdo que hubo un tiempo en el que había más conciertos de rumba catalana en Bruselas que en España, también en tertulias políticas y a nivel de equipos de fútbol», recuerda.

La gorra y la bufanda del Saint-Gilloise son sus compañeros durante la conversación con este periódico. Así va al Joseph Marien, donde todo pasa bajo influencia español. «Mis recuerdos de niño en Bélgica es que prácticamente sólo se hablaba en castellano. Ibas a una librería o un bar y te atendía un español. El equipo se creó en la plaza a la que llegué cuando emigré. A los españoles que llegábamos nos gustaba el fútbol y tuvimos afición por el Saint-Gilloise, que no juega en el barrio, sino en otro municipio cercano. Siempre ha habido mucho vínculo entre el club y la inmigración española, incluso se llegó a disputar un amistoso contra el mítico Sporting de Gijón de Quini», rememora Jesús.

«Somos un equipo abierto para todo el mundo, nos parecemos al Atlético en ese sentido», puntualiza Maarten Verdoodt. «Cantamos hasta el final del partido, sin importar el resultado, eso es algo que me encanta. Al acabar los partidos llamamos a los jugadores para que vengan a cantar con nosotros. Somos un club muy familiar, en eso nos asemejamos al Atlético», coincide Jesús, quién será uno de los 2.000 aficionados del Saint-Gilloise que arriben en Madrid para el partido de Champions contra el Atlético. «Jamás imaginé que esto pasara», reconoce.

Los dos millares de hinchas visitantes deberán cambiar su costumbre. Podrán beber cerveza antes y/o después del partido, pero no durante como acostumbran a hacer en su estadio con la marca cervecera que del club. «Se sacó como homenaje por los 125 años del club y porque nuestros aficionados quieren divertirse y beber cerveza forma parte de su mentalidad. La mentalidad de los aficionados es ‘estamos en contra el fútbol sobrio’», sostiene Maarten Verdoodt. «Tenemos unos cuantos cerveceros importantes. No puede ser un partido sin cerveza, pero ya he avisado de que en España tendremos que beber antes y después», reconoce Jesús.

El Saint-Gilloise goza de buena salud desde que en 2018 un jugador de póker apodado El Lagarto y de nombre Tony Bloom aterrizara en la dirección. El que también es dueño del Brighton inglés ha traído consigo una forma de trabajo basado en los datos que facilita su filial Jamestown Analytics, empresa que ofrece análisis avanzados de los rivales, jugadores y entrenadores para identificar y captar talento. «La fuerza del club se basa en los datos», dice Maarten Verdoodt. También en la multiculturalidad que abraza la grada del Joseph Marien, un espacio libre de insultos y lleno de cerveza y ambiente sano.